Un rey recibió como obsequio, dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería, para que los entrenara.
Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía: no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar el ave.
Encargó, entonces, la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió.
Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aún continuaba inmóvil.
Entonces, decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines.
El rey le dijo a su corte, “Traedme al autor de ese milagro”. Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó:
– ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?
Intimidado el campesino le dijo al rey:
– Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama, y el halcón voló.
– Se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.
¿A qué estás agarrado que te impide volar? ¿De qué no te puedes soltar?
Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos, y creemos que eso es lo único que existe. Dentro de esa zona está todo lo que sabemos, y todo lo que creemos. Convivimos con nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones. En esa zona reina nuestro pasado y nuestra historia.
Todo lo conocido, cotidiano y fácil…
Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos. No siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles.
Deja de aferrarte a tu propia rama y corre el riesgo de volar más alto y quizás en tu vida como en la mía, podamos descubrir que las palabras del gran apóstol Pablo hoy más que nunca están vigentes:
“Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”. (1ª Corintios 2:9)
Dios nos ha dado alas para volar alto, tan alto como las águilas y descubrir que sus pensamientos al igual que sus caminos, son mas altos que los nuestros.
Atrévete a volar…
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hola buenos dias bendiciones para ustedes gracias a Dios por los menzajes que me envian y a ustedes han sido muy alentadores para nuestra vida espiritual es bueno contar con una reflexion diaria que hable a nuestra vida que muchas veces se encuentra pasando dificultades pero grande es DIOS que nos ayuda y está con nosotros bendiciones para todos.
Bellisimo, realmente estos mensajes han llenado mucho mi corazon de Felicidad, por favor sigan adelante por favor, que DIOS los bendiga querido hermanos.
Bendiones a los creadores de ésta página, espero sigan haciendo esta labor tan linda, porque créanme me han ayudado a soportar todo, confiando en que Dios ésta conmigo, y si Él está conmigo, ¿quién en mi contra?
Que dios los bendiga a uds y a mi primo Jaime A Mejia por haberme dado la oportunidad de conecer estas reflexiones tan bonitas.
desde que las leo y las escucho estoy aprendiendo a mirar la vida de una forma muy positiva y sobre todo me he hasercado mucho mas a
DIOS
aleluya aleluya
Hola soy Maria
El articulo del vuelo del Halcon fue de bendicion y edificante, pues a veces no sabemos de donde estamos agarrados. Hoy se que mi fortaleza viene de Dios y asi quiero transmitirla a otros. Muchas bendiciones para todos y sigan hacia adelante.
Maria