Cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites.
Porque en ti esta la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz. Salmo 36:7-9
Hace ya varios años atrás, un artículo en National Geographic, mostraba una foto impactante que decía estas son las Alas de Dios. Después de un incendio forestal en el Parque Nacional de Yellowstone, E.U. los guardabosques iniciaron una larga jornada montaña arriba para valorar los daños del incendio. Un guardabosque encontró un pájaro literalmente petrificado en cenizas, parado como una estatua en la base de un árbol…Un poco asombrado por el impactante espectáculo, dio unos golpecitos al pajarillo con una vara… Cuando lo hizo, tres diminutos polluelos se escabullieron bajo las alas de su madre ya muerta, y alzaron el vuelo.
La amorosa madre, en su afán de impedir el desastre, había llevado a sus polluelos a la base del árbol y los había acurrucado bajo sus alas, instintivamente conociendo que el humo tóxico ascendería…Ella podía haber volado para encontrar su propia seguridad, pero se había negado a abandonar a sus polluelos. Cuando las llamas llegaron y quemaron su pequeño cuerpo ella permaneció firme…Porque había decidido morir para que aquellos que estaban bajo sus alas pudiesen vivir.
Mi querido amigo, si un animalito silvestre es capaz de dar su vida misma por sus hijos, cuanto más nuestro amado Señor Jesucristo que estuvo dispuesto a ir a la cruz, para que nosotros pudiésemos vivir eternamente, El permaneció firme ante la decisión de la cruz, con un solo propósito, para darnos vida eterna, y vernos volar el día que el venga por su iglesia. En la palabra de Dios encontramos varios versículos que describen a Dios como si el tuviese alas, lo cual es sencillamente una analogía, para que nosotros podamos comprender su grande e infinito amor.
Ya viviendo en Cristo, recuerdo momentos en los que he llegado a experimentar mucho dolor o sufrimiento, a raíz de las diferentes pruebas por las que Dios me ha hecho pasar…. situaciones en las cuales muchas veces, busque abrigarme bajo las alas de mi esposo o de mi familia, y quizás podía sentirme apoyada o protegida por un breve momento, pero cuando estaba a solas conmigo misma, de nuevo me daba cuenta que seguía tan vacía y necesitada como anteriormente estaba, hasta que fui aprendiendo, a través de la guía del precioso Espíritu Santo, el cual me susurraba al oído diciendo, hay unas alas incondicionales, hay uno mayor que las humanas, hay uno que jamás te dejara pasar hambre, ni sed, ni frió o calor… El me ministraba a través de la palabra de Dios, diciendo, Yo soy el mismo Dios de Rut, bajo cuyas alas ella vino a refugiarse, ven refúgiate en mi, yo te cubriré y te guardare.
No fue de la noche a la mañana que aprendí a depender de mi amado Señor, sino que fue un proceso… Hasta que El me hizo entender y experimentar a través de esos tiempos de intimidad en su presencia, tiempos en los cuales he sido instruida, he sido enseñada y ahora puedo saber que no hay lugar más seguro y reconfortante, y apacible, que vivir bajo sus poderosas alas celestiales…la seguridad que El ha producido en mi, al vivir ahí, sobrepasa todo entendimiento humano.
Jesús le dijo a su pueblo; ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuantas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!. Lucas 13:34
Hoy nuestro amado señor Jesucristo, sigue invitando a los hijos de Dios a buscar refugio bajo su sombra, bajo su divina protección, pero muchos de ellos siguen negándose o resistiéndose a someterse bajo sus alas y van ahí vagando en el desierto, buscando alas rotas incapaces de cobijarles….alas humanas, las cuales, ellas mismas, están necesitadas de ser restauradas…si yo hubiese seguido buscando ayuda bajo esas alas familiares, me habría perdido la oportunidad de oro, de haber conocido a mi dulce refugio.
No busques más las alas del ser humano, hay unas alas infinitas, cargadas de amor inconmovible, llenas de calor y frescura a la vez, ellas son un refugio de día y de noche. En ellas estaremos completos y seguros….ellas son las alas de Dios.
Bajo las alas de Dios, o las de los hombres, pero jamás las dos.
¡Tú decides!
Semillas de Vida
Elsa de Morán
elsa_moran@yahoo.com
semillasdevidaelsalvador.@yahoo.com
no hay nadie como nuetro señor solo el puede extender sus alas para protegernos muy hermoso este mensaje que dios nos cuide y nos guarde simpre bajo sus alas bendicionessssssssssssss
QUERIDOS HERMANOS ; ESTE MENSAJE SOBRE EL AMOR DE DIOS ES MARAVILLOSO. EL NO MIENTE NOS AMA TAL Y COMO SOMOS. RECORDEMOS LA PARABOLA DEL HIJO PRODIGO.
PIDAMOS DIARIAMENTE AL SEÑOR NOS AUMENTE L A POCA FE QUE TENEMOS Y ASI PODREMOS TENER CONFIANZA PLENA EN EL, EN SU PALABRA.. DIOS NOS BENDIGA CON SU SANTO ESPIRITU. Y QUE EN ESTAS NAVIDADES JESUS NAZCA EN NUESTROS CORAZONES… SALUDOS DE EMMA
gracias por los mensajes que son alimentos espiritual para nuestras vidas y estar mas cerca de DIOS,
pido de corazon que los cuide y de salud para que nos trasmite esas enseñanzas que el quiere para nosotros.
hermozooooo menzaje no hay nadieeeen en este planeta q t pueda brindar una cobertura tan especial como las q nos brinda nuestro papi Dios……bendicionessss
hermooooosssssoooo este menzaje q nos da seguridad y conviccion d que no hay nada mejor que estar morando bajo sus alas de amooor bendicionessss.