Los niños y jóvenes aprenden a resolver sus conflictos sociales más fácilmente si los adultos les ayudan en este proceso. Los estudiantes discuten y pelean entre sí porque creen que esta es la mejor manera de obtener lo que quieren o porque no saben qué más hacer.

Estudios han revelado que el ajuste social se relaciona directamente con la cantidad de ideas que tienen los estudiantes cuando enfrentan un problema, y con la manera en que pueden predecir la consecuencia de estas ideas.  La habilidad de un niño para obtener lo que quiere de una manera aceptable es crucial en nuestra sociedad. A continuación encontrarán un proceso de 5 pasos para ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades para resolver problemas.

PASO #1: Recolecte información. Cuando se encuentre con algún conflicto, haga preguntas como:  “¿Qué sucedió?”, “¿Porqué …?”, y “Entonces, ¿qué sucedió?”  Mantenga la calma y no juzgue. Trate de conocer ambas versiones de la situación.

PASO #2: Defina el problema: plantee de nuevo el problema, en términos que los niños se sientan identificados.

PASO #3: Genere alternativas: mantenga a los niños enfocados en el problema y sea como un “espejo” de sus ideas. Resista la tentación de expresar sus ideas.

PASO #4: Evalúe las ideas: luego de que los niños han considerado todas las alternativas posibles, evalúe las consecuencias. No juzgue las ideas, simplemente ayúdeles a comprender que algunas decisiones pueden tener malas consecuencias.

PASO #5: Pídales que tomen una decisión: replantee el problema, resuma las ideas y pídales que seleccionen una de las ideas y que intenten implementarla. Si escogen una idea que usted cree que no va a funcionar, invítelos a considerar otra opción.

La resolución de conflictos es una habilidad importante que se puede aprender y practicar.

Kenneth Madriz
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