Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más. Isaías 47:10.
Engañarte: En el estilo hebreo característico, el verbo usado aquí para “engañar” es el mismo verbo que podría ofrecer esperanza a un idólatra ciego. Ése verbo es shuv. En este verso shovevatach realmente significa “alejar”. Pero shuv es usado cientos de veces para referirse a volver a Dios. El clamor dominante de la Escritura es “Vuélvanse a Mí”. Es el ruego de Dios de que nos volvamos hacia su gracia y bondad. Pero el hombre que cree que está escondido de Dios es el hombre que se aleja. No es que pierda la bondad de Dios por ignorancia, sino por idolatría. Es en su infidelidad que el desea esconderse.
¿Se dio cuenta que este hombre cayó a causa de su sabiduría y su conocimiento? La frase es aliterativa (hohmatech veda’atech hi shovevatech) “Tu sabiduría y tu misma Ciencia [conocimiento*] te guiaron” ¿Qué tipo de sabiduría y conocimiento guía a un hombre lejos del Señor? Ciertamente no las que provienen de Él. El tipo de sabiduría y conocimiento que guían lejos de Dios deben ser la sabiduría errada y el conocimiento rebelde asociado con los falsos dioses. Esta sabiduría y este conocimiento son una parodia de lo real. Se muestran como “revelación” y entendimiento, pero son de hecho engaño y destrucción, y guían a la muerte y no a la vida.
La idolatría es el pecado fundamental en la Biblia. No, no se trata de arrodillarse ante pequeñas estatuas de madera o de ofrecer sacrificios ante sus caras pétreas. La idolatría es infidelidad a la demanda de Dios en nuestras vidas.  En otras palabras, es un acto moral, no un error de conocimiento. Yo cometo el pecado de idolatría no cuando erradamente adoro a un dios falso (error mental) sino cuando deliberadamente desdeño mi compromiso de fidelidad con Aquel que me ama y me creó. Dios ubica una demanda de propiedad sobre mí. Este es el impacto del primer mandamiento. Yo pertenezco a Dios. Es mi ansia/lujuria por otro tipo de vida, por otra oferta de aparente libertad la que me hace abandonar la relación de pacto que juré mantener con Él. Esta es la razón por la cual la idolatría es descrita en términos de infidelidad sexual. Es adulterio espiritual.
¿Cuál es la falsa sabiduría y el conocimiento rebelde que me aleja de mi Rey? Es el atractivo de la serpiente. “Determina por ti mismo lo que es malo y lo que es bueno para ti” La Idolatría se trata de decidir yo mismo lo que es bueno para mí. Sólo Dios puede determinar lo que es realmente bueno. Cuando yo entro en esta ecuación moral, introduzco mi propio deseo a la par con el deseo de mi Rey y Maestro. Mi conocimiento de lo bueno y lo malo es precisamente eso, mi conocimiento. Como tal niega, mi voto de fidelidad de vivir por Su determinación de lo bueno. Es un pecado sexual espiritual.
La única pregunta que necesitamos hacernos cuando nos enfrentamos a la idolatría es esta: ¿Quién decide?
Dr. Skip Moen.
www.skipmoen.com