“Y sucederá que quién quiera llame en el nombre de YHWH será salvo; Joel 2:32

Salvo – ¿alguna vez has escuchado este versículo en una cruzada evangelística? Si supieses que el verbo hebreo no significa “salvo” de la maldición eterna, ¿te sorprendería? ¿Te llevaría al contexto para examinar exactamente lo que dijo el profeta Joel?

Aquí el verbo es malat. Lo puedes encontrar en Job 4:19 y Génesis 19:17. Mira esas acepciones antes de decidir el significado del verbo. ¿Qué descubres? Esta palabra tiene que ver con escape, no con perdón. Es sobre huir del desastre, no de evitar el infierno. Claro que en Ester 4:13 y en el Salmo 89:48, es sobre el escape de la muerte, pero la muerte en ese contexto es la defunción inmediata y física.  Quizás este pequeño análisis nos ayude a ver cuanta de la interpretación bíblica es filtrada por nuestra apreciación evangélica. Un judío jamás pensaría que la salvación fuese primero sobre la vida o castigo eterno. Para un judío, la salvación primero es sobre escapar del peligro inmediato aquí. La pregunta, “¿eres salvo?” es un invento de D.L. Moody y Billy Graham, no de Sha´ul, Peter (Kefa) o Yeshua.

Aquí hay otra cosa que debemos considerar. ¿Quién es rescatado? ¿Quién escapa? Quienes llamen en el nombre de YHWH. Claro que llamar el nombre de YHWH no significa lo que creen los evangélicos. Veras, llamar en el nombre de YHWH regresa tiene sus orígenes en Génesis 4:26, mucho antes de la idea de la muerte sacrificial del Hijo de Dios. De hecho, “clamar el nombre” es una frase técnica de propiedad. En otras palabras, cuando los hombres comenzaron a clamar en el nombre de YHWH, esposaban su fidelidad a YHWH. Declaraban que le pertenecían. El era su amo y dueño. Ese significado no ha cambiado. Cuando Joel habla las palabras de Dios y utiliza la misma frase, quiere decir (y también Dios quiere decir) que quienes escapan serán quienes pertenecen a YHWH. El Amo cuida de los suyos.

Claro que existe una diferencia enorme entre declarar que uno pertenece a la casa del Amo y en realidad ser uno de Sus esclavos. ¿Cuál es la diferencia? El esclavo es obediente. Un esclavo depende plenamente en el Amo. Un esclavo no tiene agenda propia. Aquellos que meramente visitan la casa pueden parecer residentes, pero cuando llegan las órdenes e instrucciones del Amo, la diferencia es evidente. Algunos las ejecutan. Algunos no. Solo los que las siguen escaparan.

El versículo de Joel bien podría contener implicaciones más amplias. Kefa (Pedro) parece creerlo. Inició su gran invitación a los hombres devotos y temerosos de Dios justo con este versículo. Aplico este verso a un contexto diferente, algo frecuente entre rabinos judíos. Pero aun Pedro con se atrevería a sugerir que la obediencia es opcional. Escape, rescate o salvación – cualquier termino que prefieras utilizar – siempre implica clamar el Nombre y ese es una expresión idiomática para obediencia.

Yo necesito recordar esto. Necesito que grabarlo en mis patrones de pensamiento y en mis acciones.    Dios salva. Dios rescata. Pero eso no elimina mi necesidad de obedecer. Tengo una parte que me corresponde – no en la gracia de Dios sino en demostrar mi fidelidad a Su propiedad. La fidelidad si trabajos no funciona. “Señor, ayúdame. Quiero ser Tuyo. Deseo pertenecer. Agradezco el escape que provees. Pero nunca me permitas tomar las cosas como seguras. Te amo. Te sirvo.

Dr Skip Moen.

Traducido por Betsy bendaña

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