“porque el Dios celoso, tu Dios, en medio de ti está…” Deuteronomio 6:15.
Celoso: Las metáforas bíblicas dependen de los comportamientos culturales y la expectativa de la audiencia. Tal como las parábolas de Yeshúa [Jesús*] las metáforas no tienen mucho sentido si son despojadas de su trasfondo cultural. La descripción de Dios como el qana’ YHWH (Dios celoso) puede ser considerada incompatible con el carácter del Dios que pensamos que conocemos si no entendemos el trasfondo bíblico de los celos.
En nuestra cultura, los celos no son un atributo positivo. De hecho, podemos aún considerarlo un pecado. Consecuentemente, nos cuesta mucho entender cómo Dios puede decir “Soy un Dios celoso”. Nuestra comprensión de los celos ha sido sujetada a la terapia psicológica. Buscamos la vida emocional balanceada de “respeto” por otros. Tratamos de reprimir esos sentimientos ardientes que provienen de una relación traicionada porque se nos ha enseñado que solamente las emociones positivas son saludables. Pero este no es el cuadro bíblico. La relación de Dios con su Pueblo es una relación de intimidad, fidelidad y compromiso inquebrantable, usualmente sólo de su parte.
Una violación de esa relación es un ataque contra el honor de Dios, del mismo modo que un rival en amor de mi esposa es un ataque contra mi honor. La metáfora está basada en la exclusividad sexual. Fidelidad marital significa pertenencia. Tú me perteneces. Yo te pertenezco. La garantía de este pacto es demostrada en la unión sexual. Cualquiera que intenta violar esta garantía de mutua pertenencia insulta a su dueño/a. En una cultura donde el honor público y personal es más importante que la vida misma, tal usurpador debe ser resistido de toda manera posible. Permitir la existencia de un rival es abandonar mi dignidad.
Dios es celoso porque Él nunca permitirá que nada ni nadie lo ponga en segundo lugar con aquellos a quienes Él ama. Él no permitirá ningún rival para sus afectos. Él resistirá cualquier intento de violar la intimidad que Él ofrece a su Novia. Nunca dejará que su honor sea vapuleado por algún acto o persona. Él es mortalmente serio concerniente a su amor por nosotros. Esta es la razón por la cual las metáforas para la idolatría son tan a menudo de índole sexual. ¡Ninguna persona que se respete así misma permitirá que su amante sea compartida con otro!
Ya que sabemos como Dios siente respecto de esta situación, la segunda pregunta es: ¿Quién se atrevería a romper tal lazo? ¿Quién se arriesgaría a sufrir las represalias de Dios en defensa de Su honor? No necesitamos mirar muy lejos para encontrar a ese personaje. Somos nosotros. Dios nunca deja a su pueblo, pero su pueblo intenta divorciarse de Él. Oseas es un cuadro viviente de la intensa batalla emocional de Dios en su afán por restaurar Su honor y reconquistar el amor de su Pueblo. Somos los culpables aquí. La historia de adulterio de Israel es nuestro legado…si no aprendemos de sus lecciones.
Necesitamos temer solamente a nosotros mismos y a la tentación de perseguir otro amante. ¡Que nunca suceda tal!
Que cada uno de nosotros descanse en Su íntimo interés por nosotros. Que abramos nuestros brazos a Quien nos amará eternamente. El celo de Dios es nuestra más grande protección. Abracémoslo porque es señal de Su fidelidad.
Dr. Skip Moen.
www.skipmoen.com
primeramente quiero decirle que dios le bendiga por que esta refleciones y video a yenado mi vida de goso y quiero decirle a todoque dios quiere elporimer lugar de nosotro es precioso cuando le damo el primer lugar a dios y si es verdad que tenemos un dios celoso por que el quiere que sienpre agamos lo coresto si todavia hay alguien que no le entregado el corason a jesus hoy es el dia que dios me lo bendiga y me los yene de mucha bendisione
Señor amado gracias por amarnos tanto, primero hiciste un gran sacrificio al morir inmolado en la cruz, luego nos continuas amando y con celo, tus cuidados y protección son grandes, nunca tendremos quien nos ame tanto como nos amas Señor y en reciprocidad tengo que amarte a ti sobre todas las cosas, gracias Señor por haber llegado a nuestras vidas justo en el momento preciso de dolor, tristeza, desesperanza, como dice tu melodía has cambiado nuestro lamento en baile. Bendecido sea tu santo nombre amado Rey de Reyes y Señor de Señores
Estimado Dr. Moen:
Considero que el actual artículo semánticamente no se aparta de nuestro entorno cultural, porque en Exodo 34:14 se nos presenta a un Dios cuyo nombre es Celoso, entendiéndose como alguien que nos cuida, nos protege, que nos acompaña en cualquier lugar donde nos hallemos, aun en situaciones de pecado, nos nos abandona; al momento que clamenos por su ayuda está presto para auxiliarnos, pasando por alto nuestros pecados y transgresiones,al perdonar y olvidar nuestra maldad. El celoso que conocemos es aquél que desconfía, es inseguro, acusa sin fundamento y si descubre infidelidad, insulta, posiblemente golpea y abandona a la pareja. Dios no es ese celoso. ¿Cuantas llamadas de atención recibió el pueblo de Israel por su infidelidad para recordarle que Él conocía su condición, pero estaba presto para perdonarles? Aún pecando está con nosotros y nos defiende, nos nos abandona; porque si nosotros somos infieles, Él permanece fiel, no cambia. Por eso las almas nobles que han tenido la investidura de su Espíritu Santo, reaccionan de la misma manera. Qué bendición es tener a un Dios CELOSO.
SEÑOR: Sé que ninguna crisis, preocupaciones, problemas, ansiedad o cargas nos los das, superior a lo que podemos soportar en Tu nombre. HOY: pongo Señor : todas estas cargas que me puedan angustiar, en tus manos ; porque sé que Eres un Dios de amor y de fidelidad. Bendice SEÑOR a todas las personas que trabajan día a día, llevando tu palabra a todos los rincones de la Tierra. Gracias RDP
Buenos días
Dios como padre bueno quiso la reconciliación con su pueblo y nos envió a su hijo nuestro Señor Jesucristo, quien vino a unir a todos los pueblos para alabar al Padre y honrarlo con amor puro y verdadero. Todo había quedado atrás porque Jesucristo era el camino a Dios;mediante El tenemos la oportunidad de nunca más ofenderle porque con el sacrificio que hizo permitió el perdón de nuestros pecados y el pacto con Dios de tal manera que todo el que sigue a Jesús deja a un lado la infidelidad a Dios y trata de agradarlo. Ya hoy en día no se trata de guerras, o celos como en esa época,Dios nos salvó con otra forma de ver la vida a través del amor. Amor es la palabra clave y quien ama desea agradar al ser de sus afectos, quien ama se sacrifica y entrega todo. Obvio que hay un orden: primero el amor a Dios sobre todas las cosas, segundo el amor a mí mismo para de esta forma amar al prójimo.
Gracias. Estas son las enseñanzas que he aprendido leyendo la palabra de Dios. Espero que sean acertadas.