La muerte es un evento de la vida que todos los seres humanos tenemos que enfrentar. Nuestra muerte o la muerte de un ser querido llegará en cualquier momento de nuestra existencia.

Por mucho tiempo no quise enfrentar este tema en conversación con mi esposo. Lo evadía y cambiaba el tema. No quería aceptar esta realidad que está establecida por Dios. En la Biblia encontramos en el libro de Hebreos capítulo 9 versículo 27, que dice: Está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio. Así, que un día tomé la decisión de analizar este tema con mi esposo y después de llorar en su pecho, acepté esta verdad, reconociendo que en cualquier momento la muerte nos sorprende. Por lo tanto, necesitamos estar preparados para ese difícil momento. La vida es bella, cuando se vive bajo los principios de Dios. Pero un día dejaremos este mundo y pasaremos a la eternidad.

Te pregunto ahora: ¿Estás preparada para la muerte? ¿Tu muerte o la muerte de un ser querido? Sólo la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y pensamientos en Su Hijo Jesucristo. Este es el primer paso para estar preparadas para la muerte. Reconocer que somos creación de Él, y que Él es soberano y tiene el momento determinado para que los seres humanos mueran.

Conocí a una señora que perdió a su esposo, y vivió amargada por muchos años, se sentía sola, y culpaba a Dios por haberse llevado a su esposo. Hay muchas personas que no quieren recuperarse de la muerte de un ser querido porque han creído que ellos eran los dueños. Pero amiga, recuerda, nuestro dueño es Dios y Él decide como Él quiere. Si buscamos la paz de Dios, que viene por rendir nuestra vida a Jesucristo, pues Él dijo: Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da, yo os la doy, esa paz sobrepasará a nuestro dolor y nos consolará y podremos aceptar la situación con resignación. Y si es nuestra partida, y estamos bien con Dios, podemos estar preparadas, consolándonos con las palabras de la Biblia que dice en 1 Tesalonicenses 4:16: Porque el Señor mismo con voz de mando y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Además dice en el Salmo 116: 15 Estimada es a los ojos de Dios, la muerte de sus santos.

Hace días asistí al funeral de un santo de Dios, y en esa reunión, fue imposible evitar que mis lágrimas corrieran por mis mejillas, por dos razones: Una, pues eran un matrimonio muy lindos y unidos, y ver a su esposa sufrir la partida de su amado, pues quebrantó mi corazón, y la otra, por reflexionar y pensar en la muerte de alguno de mis seres queridos. Pero que paz reflejó la esposa, días después que la visitamos, y ella con dolor pero con paz decía que sabía que su esposo estaba en la presencia de Dios y eso la fortalecía.

Amiga, ¿Estás preparada para ese momento? Que no te pase lo que le sucedió a un rico insensato quien dijo: Esto haré: Derribaré mis graneros, y los edificaré mayores y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; reposa, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedir tu alma, y lo que has provisto ¿de quién será? Ahora que tienes vida, no dejes que las riquezas, los afanes de este mundo, te impidan buscar a Dios, de tal manera que estés preparada para la muerte.” Buscad a Dios mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que él está cercano. ”

.Dios te bendiga, tu hermana y amiga,

Alva de Contreras

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