¿Cómo usas tus manos?

Me encontraba en una ocasión en una reunión espiritual, a  donde llegué con un fuerte dolor de espalda.  En el transcurso de la reunión, el líder pidió que pusiéramos las manos sobre la persona a nuestro lado y pidiéramos a Dios por un toque especial.  La señora a mi lado no sabía lo que yo estaba experimentando en ese momento en mi espalda, pero ella pidió a Dios tocarme y sanarme y suavemente me dió unos masajes en mi espalda, inmediatamente el dolor desapareció.  Sé que Dios escuchó la oración de esta mujer y usó sus manos para darme un toque especial.

En otra ocasión, mi esposo estaba atravesando una situación difícil con sus pensamientos negativos, y yo estaba pidiendo a Dios por su liberación y Dios me llevó a poner mis manos sobre su frente y pedir liberación de aquellos pensamientos que lo atormentaban y fue libre.

Hay poder en nuestras manos que se disponen a ser usadas por Dios.
Las mujeres tenemos la facilidad de darnos abrazos y los estudiosos han encontrado: Que hay una conexión con nuestros órganos reproductores, donde guardamos vida.  Los abrazos sanan, ayudan en las crisis.

En el matrimonio es muy saludable tomarse de la mano, es romántico, pero, sabía usted que también es terapéutico?  Científicos en Neurología de la Universidad de Wisconsin y de la Universidad de Virginia descubrieron que las mujeres bajo extremo estrés las cuales tomaron las manos de sus esposos sintieron inmediato alivio.  El toque de sus esposos las hizo sentir más confortablemente que cualquier toque de cualquier persona.

El Dr  James A Coan dice:  “El efecto de este simple gesto de apoyo es que el cerebro y el cuerpo no tienen que trabajar más fuertemente para responder a una amenaza. Esto es un profundo tranquilizante”.
La próxima vez que usted se esté sintiendo estresado por los titulares de prensa, trabajo, finanzas, niños, simplemente tome la mano de su cónyuge. Los dos se sentirán mejor.

La Biblia nos habla de una mujer que tocó a Jesús en un acto de fe.
Mateo 9:20-22.

En esto, una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, porque se decía a sí misma: «Con solo tocar su manto, seré salva».  Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.  Y la mujer fue salva desde aquella hora.

La mujer estaba enfrentando un problema físico:
Flujo de sangre: hemorragias causadas por una irregularidad menstrual, que además del sufrimiento hacía a la mujer ritualmente impura.

¿Qué problemas estás enfrentando?

¿FÍSICOS?
¿Comes bien, descansas, balanceas lo que comes? Te chequeas periódicamente con el médico?
La profesión médica dice que el 80% de nuestros problemas físicos se relacionan con el estres.  Consejeros y Psicólogos profesionales están de acuerdo que cerca del 80% de la gente que va en busca de tratamiento, están sufriendo en alguna forma de ansiedad.

Dios  nos dice:
1 Pedro 5 :7. 
Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros

¿EMOCIONALES?
¿Haces cosas de las cuales luego te arrepientes y dices por qué lo hice? Te sientes con frecuencia deprimida, sola, triste, agresiva, explosiva, pospones las cosas, tienes adicciones, y se repite en ti un comportamiento autodestructivo a pesar de las consecuencias negativas?
Examinemos espiritual y neurológicamente algunas de las razones de este fenómeno:  Tenemos dos cerebros EL CONSCIENTE Y EL INCONSCIENTE. El inconsciente está localizado en el centro de nuestro cerebro llamado el SISTEMA LÍBICO que es el responsable de la mayoría de las respuestas automáticas en nuestra vida.   Y controla nuestras emociones y comportamientos físicos.  Allí están guardadas todas las memorias buenas y malas de nuestra niñez, que cuando no han sido sanadas por desconocerlas, si son malas, nos llevan a actuar indebidamente.  Es aquí donde se necesita EL TOQUE SANADOR DEL ESPÍRITU SANTO.

Mateo 11:28-30
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.  Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga».

¿TIENES PROBLEMAS ESPIRITUALES?
¿Has tenido un encuentro personal con Jesucristo?
¿Es El el Señor de tu vida?
¿Tienes intimidad con El cada instante de tu vida?
¿Cuánto tiempo hace ya que no buscas de Dios, que no escuchas Su voz?
El te dice:  Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y Yo os haré descansar. Mateo 11:28.

¿PROBLEMAS RELACIONALES?
Necesitas perdonar.  Es lo que Dios pide y no culpar a los demás.
Pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.  Mateo 6:15.

¿PROBLEMAS ECONÓMICOS?
Es clave que administres bien lo que Dios te da y que no te metas en deudas,  O que salgas de ellas.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.  Filipenses 4:19.

Es necesario admitir que enfrentamos una situación en la que necesitamos El Toque Sanador del Espíritu Santo.
¿Crees que Dios tiene las respuesta?.  Ud fue designada para cambiar y descubrir su potencial.  Fuimos Hechos a la imagen de Dios.
¿Estás echando culpas sobre otros?  El primer paso para resolver sus problemas es admitir que la fuente real de sus problemas es Ud. misma y parar de culpar a la gente, los lugares y las cosas.  No podemos cambiar nada ni a nadie, pero sí podemos dar los pasos de fe para cambiar nosotros mismos.  (Perdonar, amar, olvidar, abrazar, dejar a Dios la venganza).
La mujer de nuestra historia, tuvo fe, lo cual le dió esperanza.  Ella se decía a sí misma “Con solo tocar su manto, seré salva.

Creer que para Dios no hay nada imposible, que El es el Dios de todo saber. Que él dijo:  Clama a mi y yo te responderé.  Creer a Sus promesas.
En la Biblia encontramos en Hebreos 11:1-6, algunos versos que nos animan en estos pasos de fe:
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan. Hebreos 11:1,6.
Y como lo mencioné antes, la fe nos produce esperanza y la Biblia dice esta gran verdad:
La esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.  Romanos 5:5.

Y en este acto de fe en Dios, nos arriesgamos a dar los pasos que Dios nos pide que demos.
Esta mujer enferma, Se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto.
Por qué por detrás?  Tal vez por vergüenza, (ella estaba débil y era señalada por la sociedad), o por temor o por no interrumpir a Jesús.
¿Qué te impide tomar el riesgo en medio de la situación en que te encuentras?
La habilidad de arriesgarse es un acto de fe, que te beneficiará y Dios bendecirá tus pasos de fe.
Si le crees a Dios, tienes que OBEDECER LO QUE ÉL TE PIDE.
Dios nos habla al corazón, nos habla a través de Su Palabra, a través de gente, en medio de la situación que enfrentamos.
La acción de valor que tomó esta mujer, llamó la atención de aquel quien podía resolverle su situación.
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.
Jesús hizo cuatro cosas: Se volteó, la miró, le habló y la sanó.
1.    Se volteó porque virtud salió de él con ese toque.
2.    La miró, en otras palabras le prestó atención a su petición silenciosa.
3.    Le habló:  Le habló como un padre tierno a su hija, Le dió la respuesta a la esperanza que ella guardaba en su corazón y le honró su fe.
4.    La sanó. Y la mujer fue salva desde aquella hora.

Las personas que estaban allí, fueron atraídas por lo que estaban observando. Muchas personas a tu alrededor te están observando y tu decisión de arriesgarte y tomar acción motivará a otros para también hacerlo.
La mujer fue salva desde aquella hora. Comenzó una nueva etapa de vida saludable.
Igual  pasará con nosotras si damos los pasos y le creemos a Dios, seremos beneficiadas y recibiremos la bendición de Dios y seremos bendición a otros.
Necesitamos tocar a Jesús y buscar en El la respuesta a nuestro problema haciendo lo que nos pida, y luego de ser tocadas por él y sanadas, lo haremos con otros.  Muchos necesitan UN TOQUE SANADOR: Una sonrisa, un abrazo, un toque amoroso, una palabra de ánimo, un apretón de manos, una caricia, un masaje, un toque para calmar el dolor.  Hay Milagros en nuestras manos porque nuestras manos son las manos del Señor.

Dios te bendiga!

Alva Vargas de Contreras.
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