En un momento crucial de la vida, una mujer cristiana clamó al Señor, desesperada por la falta de fuerza y fructificación espiritual que estaba experimentando en su vida. De repente sintió a Jesús parado a su lado, preguntándole: ¿Me permites las llaves de tu vida?
La experiencia fue tan real, que la mujer buscó en su bolsillo y sacó un mazo de llaves. ¿Están todas las llaves aquí?, preguntó el Señor.
-Sí, excepto la llave de un pequeño espacio de mi vida.
– Si no puedes confiar todos los espacios de tu vida, no puedo aceptar ninguno.
La mujer estaba tan agobiada con la idea de que el Señor se fuera del todo de su vida, que clamó: ¡Señor… tomas las llaves de todos los espacios de mi vida!
Muchos de nosotros tenemos espacios que esperamos que nadie vea jamás. Intentamos limpiarlos algún día, pero parece que ese algún día nunca va a llegar.
Cuando invitamos a Jesús a esos espacios, Él nos ayuda a limpiarlos. Con Él, tenemos el valor de botar toda la basura y llenarlos con su amor, gozo y paz.
Jesús es el amigo que conoce todas tus faltas, y aún así, le ama.
Romanos 5:8
Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
tu señor tienes todas las llaves de mi vida porque cada paso que doy tu lo sabes y no tengo necesidad de esconder ningun lado oscuro porque la transparecia de mi amor es cristalina como el agua ,si lo sabes y loaceptas por que tu me conoces mas que nadie en el mundo sabes como pienso -como actuo todo y eso que no compartimos una vida juntos en el mismo lugar, y eso sucede en mi por el inmenso amor que te tengo y yo si te digo la verdad en todo tu conoces mi rotro mi alma mi cuerpo, mis sentimientos
Señor: Te entrego todos mis espacios y todas las llaves de mi vida para que tú me guíes. Yo siempre he sentido tu mano firme junto a mí. ahora que mi hijo tiene esa enfermedad que ´TU ya sabes, sé que no nos vas a dejar solos. Ya comenzamos a ver la luz al final del túnel. Sigue señor con nosotros, sabemos que TU eres el médico de médicos. Si tú estás con nosotros quien podrá vencernos, ninguna enfermedad ningun mal podra vencernos independiente de su origen.TU señor nos vas a ayudar.
Aleluya! Aleluya!
nuestras cargas son mas livianas si se las entregamos a cristo.
Interesante testimonio de la reflexión,para darnos cuenta que Dios anhela ser el soberano de nuestro corazón,no podemos entregarle sólo una parte,ya que eso siginifca que no amamos a Dios plenamente y queremos todavía vivir en el mundo.Dios es luz y en El no hay tinieblas,por eso el Señor Jesús dijo:”Yo soy la luz del mundo;el que me sigue,no andará en tinieblas,sino tendrá la luz de la vida”(Juan 812).Dios para poder obrar en una transformación interior de nuestro corazón,nos demanda obediencia plena a sus mandamientos. Sin una rendicion completa de nuestra libre voluntad a la voluntad de Dios,no podemos recorrer el camino del crecimiento espiritual.Por eso nos pide que le entreguemos nuestro corazón,no porque Dios lo necesite sino que nosotros somos imperfectos y necesitamos ser perfeccionados en el amor de Dios y otros atributos divinos. La Bibia nos dice:”Dame,hijo mío,tu corazón,Y miren tus ojos por mis caminos”(Proverbios 25:26).Debemos siempre mantenernos estar alertas contra los ataques del maligno,porque Satanás es enemigo de Dios y de todos los creyentes.El diablo no quiere que amemos a Dios,sino que amemos el pecado,que nos amemos a sí mismos,al dinero y todas las cosas materiales y los placeres del mundo.De esta manera él pone un velo en el corazón de las personas,haciéndoles creer que todas las cosas que hay el mundo,pueden darles paz,gozo y todos los buenos frutos del amor. Todo esto es una gran mentira del enemigo de nuestras almas,porque los falsos dioses son pasajeros y son obstáculos para la salvación de nuestra alma.La Biblia nos aconseja:”Vestíos de toda la armadura de Dios,para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”(Efesios 6:11).
Señor te entrego las llaves de mi vida por favor toma tú el control ya que yo sola no puedo te las entrego todas, tomalas todas te lo pido en el nombre de Jesús. Te necesito en vida y en la de mi familia. AMEN.