El poder de comenzar con fe
A veces despertar cuesta. Hay mañanas en las que quisieras quedarte en la cama y olvidarte de todo. Pero cuando piensas en aquellos que darían cualquier cosa por tener lo que tú tienes —un techo, alimento, salud— algo dentro de ti cambia: la gratitud se convierte en tu primera oración.
Agradecer es un acto de fe
Agradecer no es solo decir “gracias”, es reconocer que cada día es un regalo.
- Un nuevo amanecer es una oportunidad.
- Un trabajo, por sencillo que parezca, es una bendición.
- Un plato de comida es la evidencia de que Dios provee.
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.” — 1 Tesalonicenses 5:18
Fe que te levanta
La fe no elimina los problemas, pero te da fuerza para enfrentarlos. Cuando crees, das el primer paso aunque no veas el camino completo. Así actúa la fe: te levanta cuando el miedo te paraliza.
Un ejemplo de vida
Recuerdo a Marta, una amiga que perdió su empleo. En lugar de rendirse, oró cada mañana: “Señor, dame fuerzas para confiar”. Un mes después, encontró un trabajo mejor del que había perdido. Su testimonio me recordó que la fe no siempre cambia las circunstancias de inmediato, pero siempre cambia nuestro corazón.
La gratitud transforma tu perspectiva
Practicar la gratitud diaria tiene beneficios espirituales y emocionales:
- Te ayuda a enfocarte en lo positivo.
- Fortalece tu esperanza.
- Te conecta con Dios y con los demás.
Oración de agradecimiento
Señor, gracias por este nuevo día,
por la noche que pasó,
por los sueños que cuidaste con tus ángeles,
por la cobija que me abriga,
por el alimento que me sostendrá hoy,
y sobre todo, por el regalo de la vida.
Bendice a mi familia, a mis amigos y también a quienes me han hecho daño, porque ellos también necesitan de Ti.
Fe que se comparte
Cuando oras por alguien más, estás sembrando fe. Tal vez la persona que lee esto hoy necesita escuchar que no está sola. Dios conoce su nombre, sus lágrimas y su lucha.
“El Señor peleará por vosotros; vosotros estaréis tranquilos.” — Éxodo 14:14
Cómo fortalecer tu fe día a día
- Lee la Palabra cada mañana.
- Ora aunque no sientas ganas.
- Rodéate de personas que te animen a creer.
- Recuerda tus bendiciones pasadas.
Cada acción es una semilla que fortalece tu confianza en Dios.
Fe y gratitud en tiempos difíciles
La fe se demuestra más en los desiertos que en los jardines. Cuando la vida se pone dura, recuerda que cada desafío puede acercarte más a tu propósito. No estás solo: Dios está obrando incluso cuando no lo ves.
Reflexiona y actúa
Hoy te invito a hacer una pausa. Respira, sonríe y di: “Gracias, Señor”. Ese pequeño acto puede cambiar tu día y encender una nueva esperanza en tu corazón.
Conclusión
Tener fe no significa ignorar la realidad, sino confiar en que Dios tiene el control incluso cuando tú no lo entiendes. Agradecer, orar y creer son los pilares de una vida con propósito.
¿Qué te impide hoy levantarte y creer que algo bueno está por suceder?

Estimados hermanos que edifican nuestras vidas a través de: Reflexiones Renuevo de Plenitud, por este medio os ruego de todo corazón que sigan enviándome tan motivantes y edificantes mensajes, que gracias a ellos he mejorado mi vida y la vida de los que me rodean. Lamentablemente desde hace muchos días que no recibo las Reflexiones que tanto me hacen falta. De ahora en adelante estaré pendiente de ustedes. Que Dios nuestro Padre Celestial siga bendiciendo vuestras vidas grandemente.
Agradezco a Dios por lo bueno que es, que siendo pecador él dio su vida para darme vida eterna.
Excelente reflexión que nos enseñññs a orar por todos , así sean enemigos o queridos porque todos necesitan del amor de Dios.
Bendiciones