El ser un buen padre toma tiempo,
requiere esfuerzo el tratar,
fallar y volver a tratar.

Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues de hacer bien;
porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

Isaías 40:31
pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

2 Corintios 9:6
Pero esto digo: El que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.

Hebreos 12:5
además, habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige: HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL;

Proverbios 6:20
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;

Proverbios 23:22
Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca.