La joven de unos 23 años se me acercó y me dijo. Pastor, la verdad es que yo quiero casarme, pero lo que no quiero es tener hijos. Le pregunté la razón de ese sentimiento. Ella me dijo: “Como están las cosas en este mundo creo que no vale la pena tener hijos. Es como tener hijos para que se pierdan en un mundo tan lleno de corrupción, pecado y adicciones.

Vi en esa muchacha la representación personalizada de miles de padres y madres que hoy sufren al ver a sus hijos perdidos en el horizonte confuso de un mundo y una sociedad que parece haber perdido el derrotero.

Será cierto? Sera que no hay esperanza para las generaciones futuras?

No lo creo. Mientras Dios exista y existirá para siempre, hay esperanza.

Dios no comisiona sin antes  capacitar y dar los recursos para la misión encomendada.

Dios nos ha llamado, nos ha bendecido y nos ha dado el poder para reconstruir, formar, discipular y levantar una generación que tiene propósito. Es el propósito de Dios.

El más grande llamado que Dios nos ha dado es reproducir hijos, levantarlos, guiarlos, formarlos y soltarlos para que se proyecten en la vida con esperanza.

Eso lo encontramos bien delineado en la Primera pareja que Dios formó, comisionó y envió. Adán y Eva.

Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad”. Génesis 1:28.

La primera cosa que encontramos en este verso es que dice que Dios bendijo a esta pareja.

Bendijo. Bereck.

La palabra hebrea usada es berek . Este verbo tiene dos implicaciones. La primera es dar un privilegio o regalo de algo que viene directamente de la mano de Dios.

La segunda implicación es la exigencia de santidad. La bendición es un llamado al compromiso y la dedicación a Dios.

Extensión del Poder de bendición para extenderlas a quienes le rodean.

Luego de bendecirlos, Dios les extendió cinco imperativos. Son verbos que no se discuten, sino que se ejecutan.  Estos cinco verbos tienen un poder en si mismos que nos capacitan para formar y enviar.

El primer Imperativo es:

FRUTIFICAD. Sed Fructífero, Sé Prospero.

Tiene que ver con frutas. Las frutas tienen semillas.

En una semilla hay mucha vida. Hay muchas frutas. Esas semillas necesitan ser sacadas de la fruta y se preparadas para luego volverlas a sembrar asegurando así la reproducción viva y poderosa.

Como padres Dios nos ha entregado hijos y nietos y necesitamos verlos como frutas. Dentro de cada una de esas personas hay semillas, llenas de vida. Podemos hacer dos cosas como padres con esas semillas. O las matamos, destruimos, despreciamos o abandonamos o las cuidamos, alimentamos y preparamos.

Cuantos padres alrededor del mundo han matados las semillas en aquellos hijos que Dios les ha regalado.  Expresiones como: “ No sirves para nada”. “Eres un problema”, “Jamás surgirás en la vida, “ Todo lo que tocas lo destruyes” se convierten en frases asesinas de semillas.

Cuando expresamos palabras de animo como: “ Tu puedes “, Dios ha puesto dentro de ti su creatividad”. “Creo en ti”. Y hechos de afirmación, eso hace germinar las semillas que están en el corazón de cada miembro de familia.

Nuestro más grande privilegio es  ser descubridores de semillas y extender el poder de la vida para que esas semillas germinen.

El Segundo Imperativo es:

“La Fruta está en tus manos. Plena y rebosante. No la dejes escapar sin que tomes las semillas a la dimensión de la Transcendencia”. Serafín Contreras G.

MULTIPLICAD, Reproducid.

“ La Más grande multiplicación de la vida no es el 2X2= 4. Sino una vida derramada en otra para producir la proyección de las riquezas de dos en uno”. Serafín Contreras.

Tiene que ver mucho más allá de simplemente multiplicar número. Creo que la raíz más grande de la multiplicación nos 2 X 2 son 4, sino más bien inversión. Invertirnos de tal manera en otros que ellos puedan llegar a ser un día por lo menos como nosotros pero ojala más grandes y más fructíferos que nosotros.

Jesús se invirtió en sus Discípulos durante 3 años y medio y sabiendo en que forma se había invertido les dijo. “ Cosas mayores que las que yo he hecho, ustedes harán, porque yo voy al Padre”.

En otras palabras se que mi inversión en ustedes no se ha perdido.

Nuestra más grande inversión en la vida está en las vidas de nuestros hijos. NO es asunto de inversión de dinero, sino de tiempo, persona, calidad de vida.

Hoy la gente necesita modelos a seguir. Mentores que sepan invertirse en sus vidas transmitiendo el poder que hay en ellos para enviar. La satisfacción más grande de un padre o una madre es ver que sus hijos han sido disparados a un horizonte increíble y extenso y verlos llegar a donde nosotros no pudimos llegar.

El Tercer Imperativo es:

LLENAD.

La tercera cosa es llenar. Dios nos ha puesto hijos al lado nuestro que no están totalmente  llenos. Están medio llenos. Les falta quizás muchos para llegar a ser lo que ellos desean ser o para cumplir el propósito de Dios en sus vidas. Es nuestro papel llenarlos. Llenarlos de amor, Cuidado, protección, Instrucción, Carácter y fidelidad.

Lo que yo no lleno otro lo va a llenar y quizás de manera muy equivocada.

El Señor Jesús llenó de tal manera a sus discípulos que un día cuando gente que rehusó ser llenada le dieron la espalda, Jesús les dijo a sus discípulos. “ Y Ustedes también quieren irse”, Pedro dijo . “Señor a quien iremos,,solo tu tienes palabras de vida eterna”.

“Llenar es mirar más allá de los ojos físicos para comprender solo lo que los ojos espirituales logran discernir en el horizonte”.

No estamos simplemente para llenar casas de gente o de cosas, estamos básicamente para llenar vidas. San Agustín dijo: “Ámalos y déjalos ir”.

El Cuarto Imperativo es:

GOBERNAD. Subyugar, Tomar cuidado.

La cuarta palabra tiene que ver con reglas, leyes, y limites. Pero esas reglas solo deberán llegar luego de haber fructificado, Multiplicado y llenado. Esos hijos que Dios nos ha entregado necesitan saber que en la vida los límites son determinantes. Que necesitamos movernos en las líneas previamente marcadas para que sepan moverse en la cancha de la vida para lograr el campeonato espiritual.

Reglas no son barreras son mecanismos de amor para que ellos se sientan seguros, protegidos y sepan como lograr las metas de la vida. Gobernar es tomar cuidado de aquellos que nos han sido entregado por Dios. Reglas en casa son determinantes. A veces esos hijos, especialmente en la adolescencia se rebelan a las reglas, pero la verdad es que la ausencia total de ellas los frustran a ellos mismos. En el fondo, aunque se rebelan aman sentirse protegidos por las fronteras que con amor les hemos puestos. Muchas veces se rebelan porque no hemos fructificados primero, ni hemos multiplicado y queremos comenzar por el cuarto paso. Reglas sin amor jamás funcionan. Lo que yo he experimentado en mi propio hogar es que luego de haberlos fructificado, multiplicado y llenado, las reglas les hemos elaborados juntos. En lo que hemos llamado Asambleas de familia.

El último Imperativo es:

DOMINAR. Ejerced Potestad, Se Responsable.

“Lo que no domino..me domina y lo que domino se somete para darle paso a la vida escondida”.

Finalmente la próxima palabra es Dominar. Es mucho más profunda que gobernar, va un paso más allá de las reglas. Es ejercer potestad. Es el mecanismo último cuando luego de haber fructificado, multiplicado ,llenado y gobernado de pronto veo que se me escapa de la mano, pareciera que toda la inversión se ha perdido. Es cuando observo que alguien está detrás del escenario y quiere arrastrar como río la cosecha en la cual he invertido mi vida y devoción. Es Guerra Espiritual, es pelea cara a cara con el enemigo. Es lo que hizo Jesús en Juan 17 cuando oró y dijo:

9 »Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo,[g] sino por los que me diste, porque tuyos son,

10 y todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.

11 »Ya no estoy en el mundo; pero estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.[h]

12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé[i] y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. Juan 17:9-12

Hay momento en la vida de la familia es que después de haber realizado os cuatro anteriores imperativos, parece que todo se echa a perder. Como padres detectamos que hay una presencia espiritual extraña a la cual necesito dominar con el poder del Señor. Echamos mano entonces a lo dicho por el Señor Jesús cuando dijo: “Os doy toda autoridad para pisar serpientes y escorpiones”. Es tiempo de ayunar, orar, declarar la guerra abierta y decirle a Satanás: “ Tú no puedes tocar ninguno de mis hijos, porque los he entregado al Señor y ellos son tierra fértil en las manos de el Poderoso de Israel”.

Es la Voluntad de Dios que veamos estas cinco palabras como cinco señales de camino a lo largo de nuestra trayectoria de reconocer el poder que Dios ha puesto dentro de nosotros para enviar a todos aquellos que Dios a puesto muy cerca de nosotros.

Y si somos fieles en lo que el nos ha encomendado de ganar formar, equipar, cuidar y enviar…un día nuestros oídos escucharán y nuestros corazones se estremecerán cuando le oigamos decirnos.

“Bien, Buen siervo Fiel..en lo poco has sido fiel en lo mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor.

Que Dios te de Sabiduría y entendimiento para invertir toda tu vida, esfuerzo y devoción es levantar una generación Con propósito.

Dr. Serafín Contreras Galeano.

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