Entonces Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo: Estas son las cosas que el SEÑOR ha mandado hacer. (Exodo 35:1)

Congregación – Es muy normal para nosotros referirnos a la iglesia como “ekklesia”.  Eso es griego para “los llamados.” Esta es una descripción muy apta.  La iglesia ha sido llamada a salir.  Pero a menos que comprendamos el trasfondo hebreo de ésta palabra griega, solo seremos media iglesia.  Verás, existen dos palabras en hebreo que describen la asamblea de los hijos de Dios, y “ekklesia” solo es una de ellas.

Hace algún tiempo,  vimos “qahal” (hebreo para “asamblea”) y “´edah” (hebreo para “congregación”). “Qahal” se traduce “ekklesia” porque ésta palabra se enfoca en los dos aspectos de una asamblea.  Primero, se enfoca en el hecho que alguien llama a que se junten los individuos.  Segundo, se enfoca en el propósito de ése llamado.  En otras palabras, una “ekklesia” es una congregación llamada por alguien con un propósito.  Eso es precisamente la razón por la que la iglesia es una “ekklesia”.  Es llamada por Jesús el Mesías con el propósito de cumplir Su voluntad en la tierra.  Eso está muy claro.

Pero existe otro aspecto en la idea hebrea de la iglesia.  Esta palabra es “´edah”.  Es la palabra para congregación. Se enfoca en la singularidad del grupo.  Enfatiza el hecho que la asamblea de los hijos de Dios no es una colección de individuos sino una gran unidad, sin diferencias ante Dios.  He aquí el punto crítico: “´edah” nunca se traduce como “ekklesi.   Si la iglesia es solo una “ekklesia”, entonces sólo es la mitad de lo que Dios quiere que sea.  Si la iglesia tiene toda su razón de ser sobre su propósito de llamado, entonces es una operación al cincuenta por ciento.

Míralo de esta manera: La función externa de la iglesia es completar la misión del Señor en la tierra.  Somos llamados a esa tarea. De eso se trata “ekklesia”.  Si has escogido un lugar de adoración que no cumple la misión del Señor, entonces no eres “ekklesia”.   Pero existe otro aspecto.  Algo más que proclamar las buenas nuevas.  Es “´edah”, una palabra que describe la homogenización de la iglesia, la unidad sin diferenciación de cada uno de los miembros. Pablo tiene una palabra para esto en el griego.  La palabra es “cuerpo.” Una iglesia no sólo se forma para convocar a un propósito.  Una iglesia también es la unidad de los individuos en un solo cuerpo.

El pensamiento de Pablo se parece mucho a las ropas del nuevo hombre.  Las ropas son la perspectiva externa de propósito.  El “cuerpo” es la unidad interna de cada miembro que da forma a las ropas.  Si ustedes son una asamblea, una “ekklesia”, sin un cuerpo, entonces solo han puesto en su lugar la mitad del diseño de Dios.  Sabrás que sólo es la mitad de la historia porque algo hace falta a pesar de mucha actividad llena de propósito.  Sabrás que el interior está vacío.  No hay cuerpo bajo las ropas.

Este es el problema más grande de la iglesia occidental.  El cuerpo se ha marchitado y muerto. Las ropas caen sobre un maniquí.  No hay manifestación de Dios llena de Espíritu bajo toda esa actividad. Solo un vacío externo glorioso.

Dr. Skip Moen.
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