Para el director del coro; sobre “ajelet-hasahar”. Salmo de David. (Salmo 22:1)

Sobre “Ajelet Hasahar” – Si pensaste que la pasión contemporánea por  la alabanza y adoración comenzó en esta generación, entonces no has leído los Salmos.  De hecho, Moisés inició todo este género con su canción (Éxodo 15),  pero David es el ejemplo máximo.  A pesar de esto, la alabanza y adoración de David probablemente nunca lleguen a nuestros servicios dominicales.  ¿Por qué? Porque muchas veces no tiene la perspectiva positiva y alegre que esperamos ahora.  La alabanza y adoración de las canciones de David vienen de una penetrante experiencia de vida, no de las respuestas teológicas idealizadas.

Un gran ejemplo es el Salmo 22.  Reconocemos el salmo por su primer versículo (”Señor, Señor, ¿porque me has desamparado?”), pero ese no es el primer versículo hebreo.  El primer versículo hebreo es una instrucción al maestro del coro de llevar la letra con la música de una canción llamada, “los venados del amanecer.”  En hebreo, ésta frase es “ajelet-hasahar”.

Ahora, probablemente piensas, “¿Y qué?” ¿Qué importa que David deseara que éste salmo se cantara al son de una canción sobre venados? Ah, pero no ves lo sorprendente que es hasta que conoces las implicaciones de la decisión de David.  Verás, las palabras “ajelet-hasahar” son usadas en otra parte de las Escrituras (Cantares  6:10, Proverbios 5:19) como metáforas de la bella novia de un hombre.  Hubieras visto la pista si supieras que la palabra “ajelet” se refiere específicamente a un venado hembra. La música que escoge David pudiera fácilmente haber sido una canción matrimonial.  Pero para David, la canción gozosa de la noche de bodas se convierte en el vehículo que relata una pérdida terrible – la ausencia de Dios.

Imagina tomar una de las canciones comunes de una celebración, como “Aquí estoy para Alabarte,” y reescribir la letra para que la canción se convierta en un tema del abandono de Dios.  Ahora tienes una idea del contraste marcado que David desea emplear.  David toma una canción de boda (posiblemente) y la convierte en un lamento fúnebre.

¿Por qué crearía David tal yuxtaposición?  Quizás David deseaba que la canción misma marcara el trágico contenido de las palabras.  “Mi Dios, ¿dónde estás? ¿Porque me has desamparado? Estoy perdido y confundido. Sé quién eres Tú, pero no veo apropiado Tu actuar.  ¿Qué pasa?” La lírica es sorprendente, aun más cuando se cantan al son de una canción de exuberancia gozosa.  Ahora la música y la lírica nos lanzan en la confusión de éstos pensamientos.  Esperábamos un Dios de gracia – y logramos un Dios de silencio.  Deseábamos mañanas de gozo, y obtuvimos camas vacías.

¿Alabanza y adoración?  Si, la Biblia no permite que nos escapemos a un mundo ficticio de repeticiones de “todo es perfecto.”  La adoración y alabanza comienza aquí – en la disparidad entre lo que debería ser y lo que es, en lamentos desesperados y vacíos. La alabanza y adoración comienza con la ausencia del amante de mi alma – pero no termina allí, como podremos ver.
Escrito por Skip Moen, traducido por Bessy.

Dr. Skip Moen.
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