“Saludad también a la iglesia que está en su casa. Saludad a mi querido hermano Epeneto, que es el primer convertido a Cristo en Asia.” Romanos 16:5

Iglesia – Algo falta.  Parece ser el consenso general de un gran número de las personas que asisten regularmente a la iglesia.  No estamos seguros que es lo que falta pero sabemos que nuestras expectativas son mayores que la entrega final.  Queremos ese algo misterioso – desesperadamente- por lo que viajamos de congregación en congregación, buscando, esperanzados, esperando el alumbramiento espiritual que nos dirá, “estás en casa.”  Lo más descorazonador de ésta búsqueda es la imagen de la iglesia primitiva dibujada en el libro de Hechos.  Parece más vibrante, más llena del Espíritu, más apostólica.  Los milagros acompañaban su declaración.  El poder y la humildad asistían a sus líderes. “¿Por qué no podemos tener eso?” “¿Cuál es nuestro problema?”

Cuando las personas no saben qué hacer, hacen lo que saben.  Como buenos cristianos, regresamos a la mesa de planificación y emergemos con otro programa, otra serie de sermones ú otra reunión de avivamiento.  Vemos el cambio, pero éste no perdura.  Y regresamos de nuevo.  Quizás haya otra manera de hacer las cosas.

Podríamos comenzar notando algunas conexiones importantes en las palabras (claro J).  Primero, la palabra griega aquí es “ekklesia”.  Sin duda ya lo sabías.  Pero ¿sabías que la palabra “ekklesia” nunca es usada en el Evangelio (excepto en Mateo 16:18 y 18:17)?

Podrías pensar que eso sólo quiere decir que Jesús y los discípulos usaron la palabra “sinagoga,” pero estarías equivocado.  El único lugar donde los cristianos usaron la palabra sinagoga (la cual también es un término griego) es en Santiago 2:2.  Ahora, esto debería hacerte pausar.  Si Jesús no usa la palabra “ekklesia”, y los discípulos no usan la palabra sinagoga, ¿Cómo vamos a comprender lo que es la iglesia?

Agreguemos dos hechos cruciales adicionales.  El Antiguo Testamento utiliza dos palabras diferentes para la asamblea religiosa de Dios.  Son casi intercambiables – casi, pero no del todo.  La primera es “qahal”.  Esta palabra significa “asamblea” y es usada para casi cualquier tipo de reunión, aún las reuniones de rebelión contra Dios.  Pero, en relación con Israel, es especialmente la asamblea para propósitos religiosos como la dada de la Ley (Deuteronomio 9:10).  Existe otra palabra hebrea, “`edah”, que generalmente también significa “asamblea” y con frecuencia se traduce “congregación.”  Pero, en cuanto “gahal” puede ser traducida a ambas palabra griegas, y sinagoga, “`edah” nunca es traducida como “ekklesia”.  Sólo sinagoga traduce ambas “gahal” y “`ehad”.  Sólo sinagoga puede ser tanto una asamblea y una congregación.

La cultura hebrea usa “gahal” para un concepto muy importante: reunirse para aceptar el pacto.  “Gahal” es una palabra que conlleva la idea de un llamado por señalamiento a un propósito específico de Dios.  ¡Este es un evento, no un lugar! Se enfoca en el propósito de Dios, no en nuestra participación.  Por eso, cuando se refiere a “congregación,” la palabra casi siempre es “`edah”.123 veces encontramos esta palabra en la Toráh.  Está relacionada con el verbo “nombrar.”  Tiene que ver con la unidad de los nombrados, no con los individuos reunidos.  No está atado a un tiempo ó espacio especial.  Siempre se trata de un pueblo especial apartado como un todo unido ante Dios.

¿No les parece interesante que ekklesia, la palabra que consideramos “la iglesia” nunca está relacionada a ésta idea hebrea de unidad perfecta en misión y propósito? Algo sucede.  ¿Lo sientes? (y mañana, buscamos más profundamente.)

Escrito por Skip Moen, traducido por Bessy.

Dr. Eskip Moen.
www.SkipMoen.com