“Como las aves que vuelan, así amparará El Señor de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando” Isaias 31:5

 

Hoy como Discípulo del Señor necesito entender el principio de como trabaja la protección.  Protección para el hombre natural es cualquier cosa que trabaja para defendernos como un pistola, dinero o compañías de seguros, pero para los cristianos la seguridad no es una cosa , es una persona.

Cuando Israel estaba por huir de Egipto, el Señor les mandó a celebrar la pascua y les dijo: Cuando el ángel vea la sangre sobre los dinteles y postes de las puertas pasará de largo.  El Señor no simplemente hizo que el ángel saltará las puertas marcadas con sangre, sino que Dios mismo cubrió la puerta para proteger al pueblo de Israel.  Isaias dice que Dios amparará, librará, preservará y salvará.

Muchas veces cuando los enemigos de Israel quisieron destruirlo en el Antiguo testamento, Dios se puso entre los israelitas y los enemigos de Israel.  Cuando algo quiere destruirnos, la Palabra de Dios me dice que Dios se coloca entre eso que quiere destruirme y mi vida.  ¿Qué mayor seguridad puedo disfrutar en un mundo tan inseguro?.  Dios levanta un muro contra aquello que quiere destruirnos.

Como un pájaro cubre con sus alas a su polluelo en el nido, así el Señor personalmente me cubre para protegerme. Esto es una gran verdad, nada que pueda herirme podrá llegar hasta mi sin antes pasar  através del Padre y él no dejará que nada que pueda destruirme me toque, solo permitirá que me toque aquello que puede desarrollar en mi disciplinas claras de desarrollo y crecimiento.

Desde que mi protección es la presencia personal de Dios, debo ser cuidadoso en no confiar en caballos y en carrozas. Cuando estoy ansioso es una clara señal de que no estoy creyendo en la protección de Dios sobre mi vida.  La Biblia no nos dice…No temas , ten una gran póliza de seguros….sino más bien dice NO temas, yo estoy contigo, aunque pases por las agua no te anegaras y aunque pases por el fuego no te quemarás.

El aspecto clave de todo esto es la seguridad de la presencia de Dios y su presencia será un muro de protección entre mi vida y el peligro. Hoy quiero confiar en su presencia como escudo protector.

Señor,  Gracias por la seguridad de tu presencia.  Quiero caminar con la confianza de hijo que sabe depender totalmente en ti.   Ayúdame hoy a mirar no los peligros ni las circunstancias adversas sino a levantar mi mirada y ver tu presencia que me rodea cual escudo fuerte y seguro en medio del vendaval y la tormenta.  Eres mi Roca eterna de los siglos y en ti confiaré.  Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
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