Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo para orar delante de ti. 1 Crónicas 17.25

Oración no es recurso solo para usar cuando las cosas van mal. Es un maravilloso medio de acercamiento profundo en una relación íntima con el creador del universo.

Cuando el creyente vive en el santuario de la oración se percibe el aceite fresco de la presencia del Rey.  Lo que más hacia  la Iglesia primitiva era orar.

Hechos 3: nos muestra dos hombres que marchan al templo a orar.

Hechos 4: un grupo de hijos de Dios claman en oración y todos fueron llenos del Espíritu Santo.

Hechos 5: el pueblo y los líderes oran y son libres del temor.

Hecho 6: Los líderes deciden que ellos deben concentrar en la oración y el ministerio de la Palabra.

ALELUYA, los siervos saben que fueron llamados para orar…orando cuando todo está bien..y oran cuando todo parece ir mal.  Oran en el conflicto y en la felicidad. Saben que el motor de sus ministerios solo funciona con el combustible de la oración.

Cuando los hijos de Dios se olvidamos esto nos convertimos en creyentes que sustituimos la Oración por el hablar. Hablamos en las mesas directivas. Hablamos en los púlpitos. Hablamos en las convenciones y congresos. Hablamos y sólo hablamos.

Las alabanzas al Padre son sustituidas por las auto-promociones, las oraciones de autoridad contra Satanás, son sustituidas por los argumentos y discusiones de asambleas. El síndrome de Díotrefes ya ha tocado a muchos siervos que olvidaron el llamado de la oración para convertirse en líderes de palabras. “Pero Díotrefes no acepta nuestra autoridad por que le gusta mandar.  Por eso, cuando yo vaya le llamaré la atención, pues anda contando chismes y mentiras contra nosotros.” III Juan 9,10.

Servicio sin oración solo abre la puerta para la discusión.  Servicio que viene de la Oración es el canal para una explosión, pero explosión de vida.
Mi decisión hoy es retomar mi posición en la oración delante del Dios Altísimo.

Señor, Gracias por darme la oportunidad y el privilegio de entrar ante tu gran trono con confianza, hambre espieitual y seguridad de que estas a mi lado.  Puedo orar hoy con confianza en el Nombre de Jesús. Amén.

Dr. Serafìn Contreras Galeano.
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