…de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones y que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios. — Efesios 3:17 – 19

Ese acto de sacrificio manifestó por todos los tiempos la altura, la anchura y la profundidad vasta del amor de Dios por ti y por mí (Efesios 3:17 ). Tanto así amó Dios al mundo.

Cuando Dios nos dice que lo amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas (Deuteronomio 6:5), no está estableciendo algunos estándares para un nivel de rendimiento aceptable.

Él sabe cómo debe funcionar el amor. Entiende que el amor que más nos llena, del tipo que queremos tener con nuestro cónyuge, por ejemplo, es total y absoluto. Soñamos con tener una relación en la que amemos a otra persona con todo nuestro ser. Cualquier cosa que carezca de esto es insatisfactoria. El amar a Dios totalmente nos satisface más que solamente amarlo un poquito.

El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad… — Éxodo 34:6

En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. — 1 Juan 4:9

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. — Deuteronomio 6:5

La razón principal por la que nos pide que lo amemos en esa forma es porque Dios mismo nos ama con todo Su corazón, alma, mente y fuerzas. Él está totalmente enamorado de nosotros.

Él se ha asegurado de que nada nos vuelva a separar de Él ni de todo el amor que tiene para darnos. Ningún sufrimiento, consternación ni agonía en nuestra vida tendrá el poder de empujarnos más allá del alcance de Su amor. Sin importar el pasado que lleguemos a tener, sin importar el futuro que nos espera, sin tener en cuenta ninguna de las fuerzas espirituales dispuestas en batalla en nuestra contra; Dios todavía, como siempre, nos amará.

¿Alguna vez te ha preocupado que algo haya sucedido que pudiera separarte del amor de Dios?

¿Alguna vez te has sentido muy lejos de Él, especialmente después de haber hecho algo que sabes que está mal?

¿Alguna vez has estado tan deprimido o abrumado por las ocupaciones de la vida que incluso hasta te olvidaste de pensar en Dios?

Nuestros sentimientos con frecuencia nos dicen que es imposible que Dios siga amándonos después de todo lo que ha sucedido. La Biblia nos dice que es imposible que Dios cambie Su opinión acerca de nosotros.

Hoy estoy convencido de que Dios me mostrará una vez más su amor en todas sus dimensiones.

Señor, Gracias por amarme en plenitud y abundancia y hoy quiero no solo disfrutar de ese amor sino dártelo de regreso con todo mi corazón.

En el Nombre de Jesús. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute tu diario Vivir.