No haya en ti dios ajeno, ni adores a dios extranjero.  Salmo 81:9

El relato de la creación en Génesis (los Comienzos) tiene algunos de los detalles más intrigantes acerca de la intención de Dios, al relacionarse con nosotros como pueblo y como individuos.

En primer lugar, fuimos hechos a la imagen de Dios para parecernos a Él y reflejarlo en las formas más significativas de manera que pudiéramos relacionarnos con Él. (Génesis 1:26 – 27)

¿No es ése uno de los prerrequisitos en las relaciones interpersonales? ¿el de tener cosas en común?

Dios nos hizo semejantes a Él de modo que no fuera como un extraño para nosotros. Fuimos formados para estar en armonía perfecta con Él y para estar de acuerdo con lo verdadero de Él.

No es un Dios extraño. De hecho, nos previene para que no permitamos que cualquier dios extraño aleje nuestros corazones de Él. (Salmos 81:9)

Aunque Él es majestuoso e imponente en alcance y poder, Dios nunca tuvo la intención de ser tan diferente a nosotros que tuviéramos que batallar para relacionarnos con Él. Lo que hace difícil tener una relación cómoda con Él son nuestros errores no lo que desconocemos de Él.

Somos Su descendencia, Sus hijos. Es posible que los padres terrenales algunas veces se pregunten cómo pudieron haber dado a luz a hijos que parecen tan diferentes a ellos.

Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.

Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. — Génesis 1:26-27

La palabra de Dios nos muestra que nos hizo semejantes a él para que así nos relacionáramos fácilmente con Él. Hoy, lo que Dios quiere es que yo me relacione con Él.

Señor, es este día vengo ante ti porque quiero relacionarme en plenitud contigo. Por eso, me alejo de otros dioses que pueden destruir mi vida y alejarme de tus caminos. Hoy decido mantenerme cerca de Dios. En el Nombre de Jesús. En el Nombre de Jesús. Amén.

Dr. Daniel A. Brown.
Diario Caminar con Dios.