Y éstos constituyen la lista de los valientes que tenía David: Jasobeam, hijo de Hacmoni, jefe de los treinta; él blandió su lanza contra trescientos a los cuales mató de una sola vez. 1 Crónicas 11:11 (La Biblia de las Américas)

 

Me encanta este capítulo en I de Crónicas.  Este registro de los treinta hombres poderosos de David nos ofrece un breve cuadro de lo que es la grandeza.  Cada perfil contiene una pista del por qué fueron escogidos … ¡Es una invitación a grandeza que está extendida a cada uno de nosotros!

David anunció a treinta hombres por algo que vio en ellos.   Bien sea  su coraje, valentía, perseverancia, lealtad o fuerza; cada uno tenía cualidades que conmociona el corazón común, y este capítulo nunca deja de mover el mío!

Entre los treinta, el hombre más sobresaliente se llamaba Jasobeam.   El era el jefe principal de todos ellos.  ¡En su perfil, se dice que derrotó a 300 (trescientos) hombres con su lanza!  No se nos revela si se hizo a través de un periodo extendido de tiempo o si fue realizado como un ataque con estrategia disimulada tipo guerrilla o un ataque evidente frontal.

Pero sin importar el plan táctico, lo único que sé es que Jasobeam tuvo que permanecer con el plan 300 veces más de lo que yo tuviese el corazón de hacerlo!  Se requería tremenda destreza militar para combatir mano a mano y derrotar a trescientos hombres.

Me pregunto, ¿Cuántas veces he querido darme por vencido después de uno o dos incidentes, o uno o dos quejas?  O  cansarme de repetirle a un practicante de mi equipo si tengo que explicar algo más de una o dos veces.   Al decirle algo a mis hijos una o dos veces y me da exasperación.

¿Me pregunto cuantas veces Jesús ha tenido que repetirme las cosas?  Será, ¿una o dos veces?
Reflexiono y  pienso cuantas veces otros han tenido que soportar mis errores, y mis desatinos.   Cuando en mi cansancio grito algunas palabras filudas, me pregunto, ¿cuantas veces otros lo hayan descartado  (olvidado) y dado otra oportunidad?

¡Gracias a Dios por los Jasobeames!  Estoy tan agradecido por su determinación y persistente fidelidad.

Señor, yo no quiero solo desarrollar perseverancia, pero una perseverancia gozosa.  No una que se queja todo el tiempo, pero una que cree hasta el fin.  Cuando Dios me llama a ser fiel a una causa como la de mi familia o ministerio, yo quiero persistir todo el camino hasta el último filisteo!

Verdaderamente estoy muy agradecido que el Señor ha sido fiel conmigo, y seguirá siendo fiel, todo el camino, hasta el fin!  Yo quiero ser más y más como El cada día.

Pastor Wayne Cordeiro
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