“El Dios de nuestro Señor Jesucristo le levantó de entre los muertos, y le sentó a su diestra en lugares celestiales muy por encima de todo gobierno y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra no solo en este siglo, sino en el venidero. Y juntamente con El nos resucitó, y así mismo nos hizo SENTAR en los lugares celestiales con Cristo Jesús” Efe 1:17-21, 2:6-9.
Son muchas las veces cuando me olvido de mi posición y solo me concentro en mi condición. Sin embargo el deseo de Dios para mí en esta mañana es que mi condición este en el mismo nivel de mi posición. Mi naturaleza humana, débil y caída quiere convencerme que mi condición jamás podrá llegar a ser y estar en el mismo nivel de mi posición, pero realmente eso es una mentira.
Si puedo llegar a nivelar por condición a mi posición en Cristo, porque la Biblia me lo promete.
Mi posición frente a Dios y en Cristo es una posición de sentado. Pablo dice en Efesios “y juntamente con él, Cristo, me resucitó y así mismo me hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”. No dice que me sentará dice que Estoy sentado.
La vida cristiana no comienza caminando, ni corriendo, sino sentándome. Estar sentado implica por lo menos tres cosas en las cuales necesito hoy reflexionar:
Primero implica reinar. Los reyes se sentaban en sus tronos y reinaban. Jesús se sentó a la diestra del Padre y ahora está sobre todo dominio y principado. La Biblia dice que estoy sentado con él. Hoy necesito reinar sobre cada circunstancia, sobre el pecado, sobre mis pasiones. Y ese poder para reinar lo recibo de Jesús.
La segunda cosa que implica estar sentado es que el trabajo está terminado. No es algo que tengo que hacer para agradar a Dios.
Ya él me acepto, y Jesús completó el trabajo por mí. No puedo hacer nada para lograr mi paz, porque ya él me la dio.
Esta verdad golpea mi orgullo humano. Ahora por lo tanto no depende de mi esfuerzo, sino de la fuerza del Señor. Quizá, hoy enfrentaré situaciones difíciles en las cuales quisiera salir corriendo y huir o meter mi mano para que tales cosas se hagan como quiero, sin embargo necesito sentarme y esperar en el Señor. En muchos casos yo no podré hacer nada , pero él lo hará.
La tercera cosa que implica estar sentado….es DESCANSO. REPOSO: Necesito reposar en él. La angustia, la ansiedad y la preocupación me roban la paz. Hoy necesito de su reposo, porque en su presencia que da reposo hay plenitud de paz.
Mi posición frente a Dios hoy es estar sentado, reinando, viviendo en la obra terminada por él y en reposo en su presencia.
Señor. Ayúdame a entender este día que de nada me sirve correr y correr. Frente a ti no debo correr, más sentarme descanso en tu amor, disfrutando de los beneficios de tu obra terminada en el calvario. Amen
Dr. Serafín Contreras Galeano
www.serafincontreras.com
Doy Gracias a Dios por sus vidas, y por la oportundiad que me da de conocerle a traves de este medio, agradezco sus bendiciones que son nuevas cada mañana, por todo lo que me ha dado y me dara. El les bendiga y les guarde. gracias.
aunque estoy pasando pruebas se que hay un proposito para con mi vida y que eso es un galardon y el señor JESUCRISTO me va a llevar a otros niveles para poder servir al ministerio a la empesa mia que es de nuestro señor JESUCRISTO POR QUE LA EMPRESA DE EL PAGA MUY BIEN y hay que cantar alabanzas de agradecimiento en medio de las pruebas.BENDICIONES SON LOS DESEOS DE RUTH
Gracias por recibir dia a dia estos mensajes de esperanza que refuerzan mi FE en El Señor mi DIOS, por que se que no puedo cambiar al mundo, ni las circunstancias al rededor de mí, pero si puedo cambiar mi actitud ante esto, dejandole a DIOS mi Señor, que se encargue de ello pidiendole serenidad, calma y FE que me viene de EL
Ruben Rossell
junio 9
Hacen unos minutos atrás me senté en el balcón de mi casa solo, pues estoy pasando, junto a mi esposa, una prueba que nos ha tocado bien hondo. Aú así oraba al Señor y fui sintiendo su paz y el susurro de Él diciéndome “Descansa en Mí”. Mientras lo hacía todas las respuestas llegaron. La prueba sigue ahí, pero no me domina. Que las aves del cielo vuelen por encima de mi cabeza, no lo puedo evitar, pero que hagan un nido y pongan huevos sobre ella, sí o puedo evitar.
Hay momentos que no debemos decirle a Dios cuán grande problema tengo mi Señor, sino decirle al problema cuán grande es el Dios que yo tengo. No dejen de enviar estos mensajes, pues me acaban de hacer el día. ¨A cuántos más se lo habrán hecho? Que Dios los ilumine.
Armando Lanzó, Loíza, PR
agradezco a Dios a Ustedes, por las reflexiones recibidas en la fecha, pido por todos los mas necesitados-