Devocional Diario – Hoy… Seguiré Al Campeón
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Salmos 46:1
El amor de Dios lo insta a intervenir a nuestro favor. Como hemos visto, Él no es un Dios distante, contento de permitir que el mundo que El creó siga girando a través de la eternidad torcidamente.
Él está siempre presente para poner las cosas de nuevo en su curso correcto: para venir al auxilio de las personas para quienes Él hizo todo inicialmente (Salmos 46:1).
Una de las ilustraciones del Señor más constantes que encontrarás en la Biblia es la de un campeón, alguien que usa su gran fuerza y sus proezas de batalla para defender y pelear por otros. Jeremías se refiere a Dios como un “guerrero poderoso” [que inspira asombro y que causa terror] que hace que se les debiliten las rodillas a los enemigos espirituales (Jeremías 20:11).
A medida que conozcas al Señor cada vez más, lo vas a ver como un campeón que interviene una y otra vez porque ésta es una de Sus actividades más reveladoras: venir como “un salvador, y un poderoso” (Isaías 19:20). En incontables formas Él estará a tu lado, como lo estuvo con el Rey David echando mano del escudo, la lanza y el hacha para enfrentarse a los que estaban persiguiéndolo.
Él te librará de las trampas, te salvará de infecciones mortales, tanto físicas como espirituales, y fielmente te protegerá contra los ataques que tengas que enfrentar.
Dios es el campeón perfecto; Su estatura es más que imponente a la oposición, y Él puede hacer cualquier cosa que quiera sin que nadie lo detenga . ¿Qué podría ser mejor que estar del mismo lado de Dios, no en algo tan pequeño e insignificante como un juego de fútbol, una disputa legal, o la lotería, sino en toda tu vida?
Imagínate, Si Dios está de tu lado y está activamente trabajando como tu campeón defensor, ¿quién podría estar en tu contra?, ¿tiene esto algún significado?
Pues esto es lo que dice la Biblia. Echa mano del broquel y del escudo, y levántate en mi ayuda. Empuña también la lanza y el hacha para enfrentarte a los que me persiguen; di a mi alma: Yo soy tu salvación. — Salmos 35:2-3
Porque Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es Su fidelidad. — Salmos 91:3-4.
Declarad y presentad vuestro caso; sí, que deliberen juntos: ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad y lo ha declarado desde entonces? ¿No soy yo, el SEÑOR? No hay más Dios que yo, un Dios justo y salvador; no hay ninguno fuera de mí. Volveos a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. Isaías 45:21-22
Hoy..Al Campeón….de Campeones , Dios …a él solo seguiré.
Señor , Gracias por mostrarme la Victoria que conseguiste para mi. Amén.
Daniel A. Brown.
Disfruta tu diario Vivir.
Devocional Diario – Renuevo.net
Dios nos bendice cada dia con la palabra del Espirítu Santo,transmitada a través de ustedes… muchas gracias por el amor y el apoyo que nos dan.
Un abrazo.
Que burrito tan sabio , me acaba de dar una gran leccion de vida.
Me gozo muchisimo a diario con toda la literatura cristiana. Soy un fiel seguidor de esta pagina web. Yo no soy nadie para criticar a otros, pero he notado que muchos le restan impotancia a como escriben el nombre de Dios. La biblia en su palabra nos dice y nos muestra que Dios es el protagonista de del universo, en otras palabras el maximo ser Supremo. Es por esta razon que cuando nos refiramos a El usemos LETRAS MAYUSCULAS al comienzo de su nombre “Dios”. Cuando escribimos ese nombre con letra minuscula, no nos estamos refiriendo al unico Dios de los cielos. Los amo en el amor de Cristo Jesus. Que Dios los bendiga! Amen.