Y será que cuando él clame a Mí, yo le oiré, porque soy clemente.  Éxodo 22:27

 

Aunque podríamos no darnos cuenta de esto en estos términos, nuestro anhelo de un campeón es un anhelo de la gracia.  Dios adopta nuestra causa y pelea a nuestro favor como un campeón porque Él está lleno de gracia .  De hecho, cuando le dio a  Moisés los Diez Mandamientos, Él se nombró como: “el Señor, compasivo y clemente”. Con el fin de entender quién es el Señor y cómo es, en contraste a como son otros dioses, debemos llegar a entender Su gracia.

Así que, ¿qué es la gracia, y por qué es tan importante en nuestro crecimiento espiritual?

La mayoría de las personas piensan en la gracia como una palabra religiosa, una expresión de algo bueno, pero no están realmente seguros de lo que es. Para empezar, considera la gracia como una condición, una situación en la que te encuentras al final como resultado de algo que alguien hizo por ti. Ese algo que hicieron por ti es algo que tú nunca pudieras hacer por ti mismo.

Para un pillo de nueve años de edad sin hogar en Nueva Delhi, la gracia sería algo como poder ir a “Disney World”. Por sí mismo, no hay forma en la que pueda transportarse para cruzar los océanos para llegar ahí, y no hay esperanza de que pueda pagar la cuota de entrada una vez que llegue.

La gracia es la mejor posición en la que está un estudiante después de que su profesor “bota a la basura” un examen que el alumno había reprobado miserablemente. Ése que habría bajado su promedio final ya no contará como factor para calcularlo.

Una y otra vez en la Biblia vemos este tema en acción porque tipifica lo que Dios hace a nuestro favor todo el tiempo. Si no entendemos cómo funciona la gracia, puede parecer como si Dios disfrutara exagerar el hecho de mostrarnos que nosotros no fuimos los que hicimos tal o cual cosa; Él la hizo. Por ejemplo, en Salmos 44:1-2, el escritor reconoce que Dios fue la verdadera razón detrás de todas las victorias que sus ancestros disfrutaron en las generaciones previas, y concluye su resumen diciendo:
Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra, ni su brazo los salvó, sino Tu diestra y Tu brazo, y la luz de Tu presencia, porque Te complaciste en ellos.

Considera la gracia como una condición, una situación en la que  te encuentras al final como resultado de algo que alguien hizo por ti.

Hoy..estoy seguro que soy incluido en la familia de Dios solo por gracia.

Señor, gracias por ir a la cruz por mi e incluirme en tu amor por gracia. Amén.

Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute tu diario Vivir.