Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación. Filipenses 1:19.

Había sucedido el accidente. Recibí la llamada de mi hija en medio de lágrimas. Casi no podía entender que me decía. Al hacerla repetir mi cuerpo se estremeció. Ella me decía en medio de sollozos. Papá..Papá…Atropellé una señora con el carro. Le pregunté en desesperación en que parte había sucedido el accidente, era a unas 8 cuadras de la casa. Salí corriendo y pedía a Dios su intervención mientras corría verla. Efectivamente allí estaba mi hija sollozando, el carro había chocado contra una pared para evadir a la señora pero en vano. La había alcanzado.

Ese mismo día en la noche estaba orando por mi hija y por la familia de la señora fallecida. Sentía sombras sobre mí y tristeza en mi corazón. Mis amigos y hermanos supieron del accidente y de los correos electrónicos que recibí hubo uno que me trajo tranquilidad. Ese correo citaba este verso. “Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación”.

La Palabra que me dio a mi tranquilidad en este verso fue. “Suministración del Espíritu”. Esa palabra suministración viene del griego “epichoregeo”. De donde viene esa palabra?. En la Grecia Clásica había un coro que había estado enseñando y preparando una obra y los integrantes del mismo habían puesto todo su dinero y esfuerzo en la obra. Cuando llegó el momento de su actuación no tenía suficiente dinero, porque todo lo habían invertido. Un hombre muy rico vio el esfuerzo de ellos y decidió poner dinero de sus riquezas lo cual cubrió los gastos ya realizados y les cubrió para los demás días. Esa palabra usada allí para describir lo que este hombre rico dio al coro es “epichoregeo” que significa “Suministración”.

Qué paz me dio esa palabra en el caso de mi hija, porque en medio de la crisis sentí que Dios me decía que a través de la oración y la “suministración” del Espíritu iba a resultar en la liberación de mi hija y de mis emociones sacudidas. Estábamos sin como hacer frente a ese caso. La Señora era la madre de un cónsul de Costa Rica en Londres. Sin embargo me apropié de esta promesa sabiendo que la suministración del Espíritu trabajaría a favor nuestro.  Pasaron tres años y cuando el juicio se dio ni el abogado de la Señora fallecida ni la familia se presentaron. Nuestra hija fue sobreseída .

La Suministración del Espíritu fue más que suficiente.

Hoy no importa por donde tenga que caminar, no importa lo que pueda pasar, la oración y la suministración del Espíritu será más que suficiente para nuestra liberación.

Señor, Gracias por extendernos tu suministración de manera grande e ilimitada. Hoy vengo ante tí con todo mi corazón para agradecerte esa liberación que día a día nos proporcionas. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.

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