Con el rostro sombrío me dijo: “Mi esposa me confunde. No se con quién realmente me casé. A veces me siento como si estuviese casado con dos mujeres distintas. En ocasiones la noto tan frágil, romántica y dulce, pero de pronto por algo que hago o digo, cambia diametralmente opuesta.  Lo curioso es que ella dice que lo mismo ve en mi.  Es como si en vez de tener un matrimonio de dos, tenemos un matrimonio de cuatro. Dos dulces y dos opuestos y a la defensiva”.

Este dilema no solo lo vive esta persona que llegó a mi oficina tratando de encontrar respuesta a un dilema de comunicación y convivencia matrimonial.  La verdad es que el matrimonio es en si tan complejo que no podemos desprendernos fácilmente de nuestro hogar de origen.

Por eso el Señor dijo claramente hablando del matrimonio: “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne”. Génesis 2:24.

En este sencillo versículo hay tres cosas que son determinantes expresadas por Dios :
Primer elemento lo llamaremos: Desligar.
Segundo elemento: Unificar.
Tercer elemento: Entrelazar.

Necesitamos profundizar en el hecho de que venimos de hogares diferentes y muchas memorias buenas o dolorosas han quedado registradas en nuestro cerebro que nos harían saltar a la defensiva y es por eso que el Señor hablo de Desligar, cuando dijo: “Dejará por tanto el hombre a su padre y a madre. No significa olvidarlos o no estar cerca emocionalmente de ellos, sino más bien no permitir que cosas del hogar de origen sean traídas para perturbar esta nueva relación.

Luego el Señor habla de Unificar o unirse. Permitir que los lazos del espíritu de ambos sean una mezcla efectiva para establecer un vínculo de unidad que los hará crear una nueva entidad. Por último, es el elemento vital de Entrelazar o ser una sola carne.  Este es un nivel vital e importante ya que de esta manera es como si dos llegarán a se uno solo. Entrelazarse hasta ser una sola carne.  Misterio de misterios pero es una realidad.

Dios no creó el matrimonio para ser una unión de cuatro sino de dos.  Veamos por un momento cuando nosotros no nos desligamos del hogar de origen y permitimos que sistemas de familias, dolores, quebrantos y heridas sean traídas a la nueva unión y entonces experimentamos como si estuviésemos viviendo un matrimonio de cuatro.

El enemigo del ser humano y por ende del matrimonio sabe lo poderoso que es tratar de sembrar semillas de destrucción en el ser humano desde su niñez y conoce que el mejor lugar para esa siembra es el hogar y así poder destruir la gloria puesta por Dios para llevar la familia por el sendero de la escoria.  Los dolores y quebrantos, los traumas y los maltratos sembrados en nuestro hogar de origen, si no se tratan debidamente se arrastran a los nuevos matrimonios.  Dios sabiendo eso ha diseñado en nuestro cerebro una sección que nos ayuda a sobrevivir y es allí donde se almacenan los recuerdos dolorosos que nos han producido profundo dolor y han disparado el temor.

Una de las maneras que el ser humano ha usado para manejar esas memorias es la creación de una nueva personalidad falsa o protectora.  Esa personalidad se muestra como parte de ti mismo.  Fue esa personalidad falsa la que llevó a un Adán y a una Eva a esconderse luego de la caída en desobediencia.  Dios les buscó en el jardín pero ellos estaban escondidos. Era definitivamente otro Adán y otra Eva.

Recuerdo cuando en mi niñez experimenté el dolor de ver salir a mi padre para formar un nuevo hogar, quedando solo con mi madre y dos de mis hermanas menores.  Ese dolor creó en mi una nueva personalidad retraída, tímida, ausente y mi refugio fueron los libros. Comencé a leer y leer para vivir en otro mundo. Cuando el Señor llegó a mi corazón plantó en mí la semilla de su amor y misericordia, pero seguía siendo el niño asustadizo y lleno de temores. Cuando formé mi hogar con mi esposa salía a asomar su cabeza esa personalidad protectora que me hacía de pronto aislar.

Cuando se presentaban conflictos de comunicación con mi esposa allí estaba la personalidad huidiza, atemorizada que me hacía esconder y encerrarme en mi propio mundo. Yo no lo veía, ella lo observaba, porque esa personalidad falsa se esconde en el punto ciego donde la real persona no la puede detectar.

El Señor Jesús lo expresó así en Mateo 5:14-16: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de una vasija,  sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Yo no me daba cuenta que era luz y trataba de esconderme para protegerme lo cual me hacía callar por temor.

Un día mientras esperaba a mi esposa para llevarla al trabajo, ella salio de la casa con nuestro hijo que apenas tenía un año.  Cuando la vi salir la observe tan bonita y dije cuando llegue al carro le voy a decir que esta linda, pero cuando ella llegó no pude hablar ni decir nada, era como otra persona la que ahora estaba frente a ella. Era esa personalidad protectora.  Tenía en el fondo temor de ser herido.

Cuál es el papel de esa personalidad protectora?  Sin duda es que es un mecanismo de defensa que me protege de tener que confiar en alguien más cuando en un momento de la vida otra persona significativa me hirió, me protege de tener que ser vulnerable o traicionado u herido otra vez.  Pero ese otro en realidad no me hace feliz.  Me confunde, en realidad me traiciona y me roba la oportunidad de ser aquel que fue hecho a la imagen y semejanza de Dios.

“Dios te hizo a su imagen y semejanza. En términos de computación Dios puso dentro de ti un chip con el contenido de lo divino. Aunque el pecado te ha deformado el chip divino sigue adentro. Tú eres producto de Dios y con lo que tú haces reflejas tu propio producto. Que jamás tus acciones deformen el reflejo que Dios ha puesto dentro de ti” Serafín Contreras G.

Era esa personalidad protectora la que me empujaba, me presionaba para no exponerme, para no tomar riesgos. Mi padre me había abandonado en el momento más importante de mi vida, cuando estaba saliendo de la niñez a la pre-adolescencia y tenía miedo de ser herido otra vez. Esa personalidad entraba en conflicto con la personalidad protectora de mi esposa que también ella tenía.

“La Cosa que más necesitas es precisamente la que más temes”. Michael Dye.

A la larga cuando permitimos que esa otra personalidad protectora establezca su residencia en nosotros , terminamos en silencio diciendo que no necesito a Dios ni a los otros. Esa fue la actitud tomada por Adán y Eva hacía Dios y terminaron culpándose el uno al otro. El Adán Falso le decía a Dios : “La mujer que me diste” y Eva por su parte sin duda también señalaba a Adán y a la serpiente y a la final el culpable era Dios por haber hecho a la mujer, a Adán y a la serpiente.

Cuando nació esa personalidad falsa?.  Precisamente en los primeros años de nuestra vida, justo cuando fuimos heridos por alguien o por algo. Pero ahora, llegando Jesús a nuestra vida él nos habla de nacer de nuevo y así dejar la real persona que fue marcada por el pecado nacer de nuevo.

Le respondió Jesús:
–De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le preguntó:
–¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Respondió Jesús:
–De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es.  Juan 3:3-6.
El Apóstol Pablo lo dijo de esta otra manera:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17

“El matrimonio es una gran institución para quien admira las instituciones”. H. Greele

El trabajo de esa personalidad falsa es mantenernos protegidos, pero en verdad no hay tal protección sino más confusión.   La nueva criatura o ser hecho por Dios está asegurada en el Señor y entonces podré disfrutar de un matrimonio de dos personas reales y no de cuatro.

Puedo llegar junto con mi cónyuge ante el altar de Dios si es que noto que heridas del pasado me han llevado a desarrollar esa otra personalidad falsa y pedirle a Dios que él me dé restauración y sin duda que él lo hará.

“ El Confortará o restaurará  mi alma. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”.  Salmo 23:3

“En todo matrimonio que ha durado más de una semana existen motivos para el divorcio. La clave consiste en encontrar siempre motivos para el matrimonio”. Robert Anderson

Cuando hemos sido heridos la primera acción que queremos tomar es edificar una muralla protectora alrededor nuestro, ya que no queremos experimentar ese mismo dolor y es allí cuando surge esa personalidad falsa.  Alguna vez has experimentado lo siguiente?  Han pasado los meses luego de casado y no haz visto a tus padres y quieres verlos y te propones visitarlos. En el camino dices: Llegaré y abrazaré a mi padre y a mi madre y les diré cuanta falta me hacen. Vas animado o animada y cuando entras a casa es como si otra persona llegará no eres la misma persona que hace unos minutos planificó ese encuentro. Que pasó? La personalidad falsa se armó para protegerse porque en el pasado papá y mamá te hirieron.

Esa personalidad falsa tiene por supuesto lo que se llaman credos o creencias falsas, en el fondo son mentiras que él enemigo del alma te ha dicho y las haz creído. Satanás es el padre de la mentira. Él no quiere que conozcas la verdad y te roba la esperanza y te hace vivir del pasado para enturbiarte tu presente e impedir que te proyectes en victoria hacía el futuro.

“Las Personas que tienen y viven en esperanza hablan del futuro. Los que solo hablan del pasado y el presente son los desesperanzados. La Biblia dice que Abraham creía en esperanza contra esperanza, es decir tenía esperanza aunque todo alrededor decía que no. De que hablas tú? Del pasado y presente o del futuro”. Serafín Contreras G.

Ahora puedes entender porque parece que el matrimonio es de Cuatro personas y no de Dos?. Pero esa no es la voluntad de Dios. Dios hizo un solo Adán y una sola Eva y el enemigo de la familia al hacerlos caer produjo un Adán falso y una Eva falsa y así de dos pasaron a ser cuatro en el Edén.

A veces en la familia vemos el cónyuge normal y corriente, pero ese mismo se torna en perfeccionista, Insistente, Salvador de situaciones, el que pospone las cosas para mañana o el perezoso o insensible y es allí donde explotan los conflictos.

Quizás te preguntas y como puedo tratar con esa personalidad falsa para que no traiga escoria a mi familia?  Necesitamos dar estos pasos:

•    Trate de identificar ese otro “yo” Falso.
•    Piensa que actitudes que tienes a ti mismo no te gustan y no deseas tener.
•    Pregúntale a tu cónyuge que te ayude a identificarlo más allá de los puntos ciegos que te impiden.
•    Llevar a Jesús esa personalidad falsa y pedirle al Señor que sane aquellas heridas del alma que aún parece que están abiertas.
•    Despida a esa personalidad diciéndole que no lo necesitas más porque tienes ahora al Señor Jesús y al Espíritu Santo viviendo en ti.
•    Regocíjate en el Señor y comienza a verte reflejado en lo que dice  Efesios Capítulo 1.
•    Se real… Se tú mismo. El que Dios creó para alabanza de su gloria.
Te sorprenderás de los cambios que verás primero en tu vida y luego en tu familia. No necesitarás más muletas para sobrevivir. Puedes caminar solo tomado de la mano con Jesús y contemplar la Gloria que disipa la escoria que el enemigo quiso sembrar en ti con un matrimonio de Cuatro y vuelve a los orígenes disfrutando de tu matrimonio de Dos.

“ Los Dos serán una sola carne”.
Ya no me tengo que esconder con temores en mi vida. Los miedos hoy se disipan contemplando el resplandor de su Gloria infinita.  Lo falso hoy ya se cae y lo genuino vendrá como agua fresca y pura para mi alma saciar”.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
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