Metido entre Los Dos
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (Genésis 2:24)

Una Sola Carne – Todo lo importante sucede en los primeros tres capítulos de Génesis.* Algunas veces lo importante no es muy evidente en nuestro idioma, así que es necesario ver los análisis de los grandes rabinos que estudiaron la Tora en hebreo.

En el segundo siglo, Rabí Akiba nos muestra un mensaje extraordinario en este versículo. El señala que la palabra hebrea para hombre, ish, y la palabra hebrea para mujer, ishah, contienen dos imágenes de particular importancia. Estas dos palabras tienen letras en común y dos letras únicas entre ellos.

Las letras únicas son la Yod y la Hey. La Yod se encuentra en la palabra ish (Alef – Yod – Shin). La Hey se encuentra en la palabra ishah (Alef – Shin – Hey). Cuando combinamos las dos letras, tenemos Yod-hey que es la abreviación del nombre santo de Dios. Así es. Metido en medio de las dos palabras para hombre y mujer, cuando se combinan, está el nombre de Dios. Rabí Akiba dice, “cuando el esposo y la esposa son dignos, la Presencia de Dios permanece en ellos.”

Pero y que de las letras en común entre las palabras. Esas letras son Alef – Shin, y eso construye la palabra hebrea “fuego”. Rabí Akiba también comenta sobre esto. “Cuando no son dignos, los consume el fuego.”

En los pictógrafos hebreos, podemos ver que a menos que Dios se “meta” en medio, el matrimonio se convierte un lugar para el gran devorador (el pictógrafo del “fuego”). Me parece que ésta es la ley divina del universo. No puede ser rota, no importa en cuantas combinaciones de relación matrimonial intentemos. Dios debe meterse en medio o tendremos que aprender a vivir en el fuego.

En este verso paradigmático del matrimonio vemos la intención de Dios. El matrimonio es sobre convertirse en uno. Este es el orden divino de las cosas. Y también estamos diseñados con el anhelo de ser recombinados con Dios en medio.

Sabemos que esto tiene que ver con pegamento, pero la palabra “unirá” (davaq) también tiene tonos espirituales. En Deuteronomio 4:4,10:20 y 30:20 se utiliza para describir nuestro anhelo por Dios. El pegamento que necesitamos para sostener el matrimonio no es meramente esfuerzo humano. Es el pegamento divino de Dios en medio. Es la combinación Yod – Hey de cada parte.

Esta enseñanza es muy importante para mí. Sufro de obsesión de trabajo. Amo hacer lo que hago. Amo investigar la palaba de Dios e involucrarme con la diseminación de esa investigación para que otros se beneficien de mi peregrinaje. Pero en ese anhelo, con frecuencia deshonro a mi ´ezer(Auxilio como se conoce la esposa). Me dice que se siente como un segundo lugar distante en mi vida.

Tiene razón. ¿Cómo puedo aprender todas estas cosas maravillosas sobre el diseño de Dios sin hacerlo una realidad en mi propio matrimonio? Eso es desobediencia, y soy culpable. Así que dejaré de escribir sobre esto en este momento y le diré que la amo, que estoy pegado a ella y que Dios debe estar entre nosotros dos.

Dr. Skip Moen
http://www.atgodstable.com