Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervas y sobre mis siervos en aquellos días derramaré de mi Espíritu y profetizarán! Hechos 2:17-18.

Hermosa promesa de Dios para los últimos tiempos. Esos últimos tiempos comenzaron con la venida del Señor Jesús, pero en estos días estamos viviendo los últimos de los últimos tiempos.

Hoy, es un día que forma parte de estos últimos días y quiero esta abierto, dispuesto y listo para ser parte del derramamiento final que ya hemos empezado a sentir. Alguien ha dicho que esta es la época del Espíritu Santo. En Pentecostés, nació la Iglesia, pero si Pedro podía decir que sus días eran los últimos días, creo que nosotros podemos decir que estas viviendo las últimas horas de los últimos días y siendo los últimos, hoy no quiero desperdiciar estas últimas horas.

En la historia de la iglesia estamos viviendo el sábado por la noche, en el reloj de Dios estamos viviendo las once en punto, Pentecostés fue el principio de los últimos días y usted y yo estamos en las postreras horas, lo que el Consolador ya esta operando se puede palpar y quiero estar en lugares de delicados pastos disfrutando de su dulce y eterno rocío. Dios está listo a enviar su último derramamiento y esta buscando corazones dispuestos que sirvan de canales para repartir esa agua fresca y hoy quiero ser uno de ellos.

Cundo Pentecostés descendió Dios había captado la atención de todos de tal manera que Pedro se olvido de los peces, Mateo de los impuestos, Martha de sus quehaceres y la actividad laboral se suspendió solo había una cosa…esperar y esperar el derramamiento.

Dios quiere captar mi atención en estas últimas horas y necesito dejar a un lado muchas de las cosas que estoy haciendo y que simplemente me están trayendo distracción para solo tener mi atención en él…en lo que él está a punto de hacer…en lo que él esta queriendo decir para de esa manera no ignorar lo que el Espíritu está diciendo. Hoy quiero dejarme captar la atención por el deseado de todas las gentes.

Señor, Gracias por permitirme vivir en estas últimas horas y estos últimos tiempos. No quiero ser un simple espectador del mover de tu Espíritu, quiero entrar en la corriente y ser inyectado por tu poder y por tu visión. Gracias Padre por preparar mi vida y hoy es un día que quiero aprovechar para dejarme llevar por las dulces ondas de tu Espíritu que traen a mi vida una nueva dimensión, la dimensión del Espíritu que a vida eterna permanece.

Señor en Pentecostés tu captaste la atención de los ciento veinte y ellos estaban absortos en ti….hoy quiero que captes mi atención. Quiero estar absorto en tu presencia para de esa manera ser parte de lo que tu ya empezaste a hacer. Amén

Dr. Serafín Contreras Galeano.
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