“Anda a ver a la hormiga, perezoso, fíjate en lo que hace y aprende la lección” Proverbios 6:6
Tammerlane contaba con frecuencia a sus amigos la siguiente anécdota: “Una vez me ví obligado a guarecerme en un edificio arruinado huyendo de mis enemigos y allí permanecí sentado durante horas. Deseando desviar mi mente de mi condición desesperada, fije mi vista en una hormiga que intentaba subir por una pared llevando un trozo de trigo mayor que ella.
Observé los esfuerzos que realizó para conseguir lo que deseaba. El grano cayó a tierra sesenta y nueve veces; pero el insecto perseveró y por fin a la setenta vez pudo llegar a lo alto. Esto me alentó grandemente en aquellos momentos y jamás he olvidado la lección”.
Una pequeña hormiga puede convertirse en un gran maestro para mostrarnos la lección de la perseverancia, la confianza en si misma y la dedicación. Cuando nuestros ojos pueden mirar con detenimiento estos pequeños animalitos veremos que a pesar de ser tan pequeño su constancia en llevar algo hasta su cueva es impresionante.
Creo que hoy debo aprender de ella y saber que Dios también espera que yo sea perseverante, constante y esforzado. Su misma palabra nos lo dice que aprendamos de la hormiga las lección al respecto. Sé que muchas veces he dejado de perseverar en la oración porque la respuesta no llega, he dejado de perseverar en el amor, porque no soy correspondido. He dejado de perseverar en la humildad porque cada día me rodean más los orgullosos.
El lema de David Livistgntone fue: “Me propuse no parar jamás hasta llegar al fin y ver terminado mi cometido”.
Hoy creo que debiera ser también mi lema. Son muchas las veces que he comenzado con entusiasmo cosas para luego dejarlas a un lado sin terminar. Son muchos los obstáculos que puedo encontrar en el camino, pero lo más importante no son los obstáculos, sino los desafíos que encuentro en mi camino para saltar esos obstáculos.
Cada obstáculo debe convertirse para mi en un desafío. La respuesta siempre la encontraré en Dios.
Señor. De todo lo creado por tu mano, yo puedo aprender. Cada cosa, cada animal y aún cada circunstancia tiene algo que me puede guiar en el proceso de tu aprendizaje.
Hoy quiero aprender de la hormiga. Conoces mi inconstancia y falta de perseverancia. Yo hoy quiero caminar firme y sólidamente en tu sendero. Ayúdame a ser perseverante y constante y caminar con fidelidad delante de ti. Amén
Dr. Serafìn Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com
Creo que el mensaje se centra en resaltar la perseverancia que poseen las hormigas, una cualidad que también poseemos los humanos. Pero, con la diferencia de que mientras la hormiga no tiene otra opción, nosotros los humanos sí, porque nuestra inteligencia es superior y podemos decidir entre ponernos la carga en el hombro o utilizar otro mecanismo para llevar a cabo el trabajo.
Todos venimos a este mundo a aprender y posemos sobrada inteligencia como para decidir LIBREMENTE que hacer con nuestras vidas; es así como está planteado y como Dios lo decidió.
realmente hay instantes en que dejamos que el desaliento,desanimo y aun sabiendo que somos hijos del Dios todopoderoso que termina la obra en nosotros y que nunca nos deja a medio camino,estoy muy contento porque este mensaje me levanta el animo y me recuerda que las circunstancias que aparecen en el camino son el metodo que Dios coloca para que lleguemos a el triunfo amen.
Los mirmidones( HORMIGAS) son las legendarias tropas de Aquiles que, junto a él, lucharon en la Guerra de Troya.
En su libro, Las Metamorfosis, Ovidio cuenta como, tras una plaga, la isla de Egina quedó completamente despoblada. Su rey, Eaco, rogó a Zeus que les socorriese en tan difíciles momentos repoblando el lugar. Zeus, atendiendo las súplicas de Eaco, convirtió en humanos a las hormigas que vivían en el interior de un roble.