Él nos elegirá nuestras heredades. Salmos 47:4
La herencia que nos asignarían nuestros enemigos sería harto mezquina; pero no estamos en su mano. El Señor hará que nos mantengamos firmes en nuestra heredad, y la sabiduría divina ha señalado nuestro lugar. Una inteligencia superior a la nuestra prepara nuestro destino.
Dios dirige todas las cosas, y nos gozamos de que así sea; nuestra elección es dejar a Dios que escoja en lugar nuestro. Si pudiéramos tener voluntad propia, deberíamos someterlo todo a la voluntad de Dios. Conscientes de nuestra ignorancia, preferimos que Dios dirija nuestros propios destinos.
Mucho más seguros y descansados estamos cuando el Señor dirige la nave de nuestra vida, que si tuviéramos que dirigirla según nuestro personal criterio. Con alegría dejamos las penalidades presentes, y el futuro desconocido en las manos de nuestro Padre, nuestro Salvador y Consolador.
¡Oh, alma mía! Deposita todos tus deseos a los pies de Jesús. Si hasta el presente has sido malo y obstinado, deseoso de hacer siempre tu propia voluntad, deja tu egoísmo insensato, y abandona las riendas en las manos del Señor. Di: «Él elegirá». Si otros disputan la sabiduría del Señor y glorifican la libertad del hombre, contesta tú: «Él elegirá por mí». Mi elección voluntaria es que Dios elija. Como ser libre, prefiero que Él ejerza su autoridad absoluta.
Hoy el Señor elegirá mi heredad y a mi me toca confiar plenamente en él.
Señor, Gracias por sostenerme en el camino de la vida y aderezar mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores. Amén.
Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La Fe.
oy te dejo todas mis cargas señor porque yo se que tu en tu misericordia conoses el corazonde todos los que en ti confiamos solo te pido que me des sabiduria pra guiar mi familia que tanto lo neseitanpor mi hija que se ecuentra en tremenda desubicacionseñor fortalesemela dale sabiduria y en tendimiento.