Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él porque le veremos como Él es. — 1 Juan 3:2
Dios quiere que nosotros lo veamos y lo conozcamos tanto como Él nos conoce a nosotros (1 Juan 3:2). Dios sabe todo acerca de nosotros, por dentro y por fuera. Conoce todos los lugares a los cuales nos dirigimos con nuestros pies y con nuestros pensamientos.
Antes de que digamos algo, Él sabe lo que vamos a decir.
Sin embargo, no sólo sabe las cosas acerca de nosotros tales como los detalles curiosos de nuestro pasado, o todos los apodos que hemos tenido, qué estatura teníamos a la edad de siete años y por qué tenemos una cicatriz arriba de nuestro ojo derecho. Él nos conoce por quiénes somos: únicos y diferentes a los demás.
Esto es porque Él mismo nos hizo. Y el modo en que Él te hizo o me hizo, es diferente al modo en el que hizo a cualquier otro.
En el Salmo 139:13 – 16. El salmista se maravilla por cómo nos creó Dios a cada uno de nosotros de manera tan exclusiva.
Dice acerca de cómo se involucró Dios mientras estuvimos en el vientre de nuestra madre?
La expresión hecho maravillosamente en realidad significa “con marcas y distinciones que lo diferencian.” El Señor es nuestro diseñador y fabricante. Qué consuelo tenemos al saber que Él nos conoce mejor de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos.
Qué alentador es saber que Aquél que nos hizo, con nuestra notable exclusividad, es el que nos ofrece supervisar los detalles de las circunstancias de nuestras vidas. En efecto, a medida que nos ponemos en Sus manos, día tras día, de situación en situación, estamos regresando al Fabricante para un trato apropiado y para las reparaciones necesarias.
Puesto que Dios nos hizo a cada uno de nosotros diferentes los unos de los otros, yo no tengo por qué preguntarme si Su plan para mi vida sería mejor si se pareciera a lo que Él dispuso para la tuya.
Tú no necesitas esforzarte tratando de llevar a cabo Su misión para mí. Recuerda, no somos seres que nos hicimos a nosotros mismos y que de alguna manera llegamos al planeta y nos presentamos a Dios. Nadie tiene que recordarle quién eres. No somos objetos de estudio o cosas para ser memorizadas por Él. Él ya te conoce, realmente te conoce.
Él puede reconocerte de entre una multitud reunida en un estadio presenciando un partido de fútbol.
Cuando se trata de nuestros asuntos, Su conocimiento y comprensión son intensamente personales. Se parece mucho a la manera en que una madre conoce a su hijo más pequeño: su humor peculiar, los colores que más le gustan, los jeans que prefiere usar, la vacilación que siente ante las escaleras de madera y la maestra que tuvo en cuarto año de primaria. Dios nos conoce.
Él tiene la perspectiva desde el interior. Él está enterado de nuestras susceptibilidades más profundas. Nos conoce absolutamente y nos ama completamente.
Parte de la razón por la que Dios sabe todo acerca de ti es, por supuesto, que Él es omnisciente(lo sabe todo) y omnipresente (está en todas partes al mismo tiempo). ¿Cómo no podría saberlo? Si Él es conocedor de todo, entonces sabe todo. Si Su presencia lo llena todo, entonces Él sabe dónde estás; de hecho, Él está ahí contigo.
Pero Dios te conoce de lo profundo de Su corazón más que por el uso de Sus atributos sobrenaturales. Él “conoce íntimamente” todos tus caminos (Salmo 139:3).
Por eso si Él me conoce hoy yo quiero conocerlo más a él.
Señor, gracias por conocerme de tal manera que no necesito esconderme sino más bien conocerte y hoy quiero conocerte más. En el Nombre de Jesús. Amén.
Dr. Danie A. Brown
Disfrute su diario vivir.
Señor hoy te quiero darte las gracias, porque tu siempre estas a mi lado, me conoces también que nada puedo ocultar ante tus ojos, ya que ellos nunca se cierran y estan atentos a todos nosotros tus hijos, gracias por cuidarme, por alimentarme diarimente, por sostenerme en tus manos para que yo no resbale. Gracias por ese amor incomparable e incondicional que me tienes. Papito lindo te amo mucho. Amén.
MI SEÑOR, MI REY, MI SALVADOR, MI TODO……….INFINITAMENTE DESDE EL FONDO DE MI CORAZON TRISTE EN ESTE MOMENTO TE DOY GRACIAS, POR TU INMENSO AMOR HACIA MI…………Y PORQUE YA DESDE EL VIENTRE DE MI MADRE, ME HAS ESCOGIDO Y AMADO…………….LO UNICO Q DEBO HACER ES AMARTE YO MASA TI ADA DIA……………SE Q ME CUIDAS, ME AMAS Y ME PROTEGES…………… GRACIAS HNOS POR ESTA REFLEXIONES Q RECIBO CADA DIA……….. DIOS LOS BENDIGA
Que alegría saber que Dios me conoce porque ando de la mano con él, en todo momento, muchas bendiciones para todos
gracias dios por quererme tanto cuidame siempre en particular estos dias que aveces siento que ya no puedo protegeme y guiame
Gracias a Dios por esta reflexion hoy me siento muy feliz al saber que Dios me conoce que ni siquiera necesito hablarle para que conosca mis necesidades pero ahora yo necesito conocerle a El lo comence hacer recien y he sido BENDECIDA porque me da oportunidad de hacerlo BENDITO SEAS SEÑOR Y GRACIAS POR ESTAS REFLEXIONES