Pero Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. — Romanos 5:8
El amor de Dios se extiende con un abrazo que nos atrae a Él antes de que hagamos algo, y continúa atrayéndonos a pesar de cualquier cosa que pudiéramos hacer. Su amor por ti nunca es una respuesta a lo que hagas por Él.
Cualquiera puede regresar amor por amor (Lucas 6:32). No, mucho antes de que hubiéramos deseado una unión con Dios, Su amor activó nuestra relación con Él, basada en Su capacidad de dar y de servir, no en la nuestra.
(Romanos 5:8 ; 1 Juan 4:10).
Dios no sólo se deleita en nuestra cercanía con Él, sino también en quiénes somos.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados. — 1 Juan 4:10
Dios abunda en amor (Éxodo 34:6). Su amor se derrama desde Su corazón y fluye hacia cada uno de nosotros en forma profunda y personal. Habiendo puesto Su afecto en nosotros, tiene un insaciable deseo por nosotros. De la misma manera en la que nosotros queremos pasar el resto de nuestras vidas sobre la tierra con los que amamos, Dios quiere estar con nosotros durante toda Su vida. Y esto significa para siempre.
Puede parecer casi un sacrilegio plantearlo de esta manera, pero Dios es adicto a ti y a mí. Su deseo vehemente por nosotros es intenso y consumidor. Su vida entera está concentrada en tenernos de forma muy parecida a cuando las personas llegan a estar consumidas por diferentes búsquedas o sustancias.
Impulsado maravillosamente por Su perpetuo amor hacia nosotros, e impulsado por Su abundante misericordia, Dios intercambió lo que era más valioso para Él, Su único Hijo, como un rescate para ganar nuestra liberación de las garras de la muerte.
Por esta razón, Él no podría soportar la posibilidad de la eternidad sin nosotros.
No somos un pasatiempo ocasional que Él toma en momentos de aburrimiento. En lugar de eso somos el único enfoque de Su corazón, toda la razón por la cual Él hizo al mundo. Impulsado maravillosamente por Su perpetuo amor hacia nosotros, e impulsado por Su abundante misericordia, Dios intercambió lo que era más valioso para Él, Su único Hijo, como un rescate para ganar nuestra liberación de las garras de la muerte.
Hoy me dejaré arrastrar por su amor porque soy el producto de ese amor transparente y genuino.
Señor, En esta día quiero disfrutar la belleza de sentirme atraido por tu amor. En el Nombre de Jesús. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
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q hermosa reflexion,saber q jesus nos ama tanto xq no reponderle con mas amor.Q D B
DOY GRACIAS A MI DIOS POR SU INMENSO AMOR. DERRAMO SU SANGRE POR TODOS NOSOTROS, ESE AMOR NO LO DA NADIE SOLAMENTE DIOS LO DIO.Y POR ELLO DEBEMOS DAR GRACIAS POR SU INMENSA MISERICORDIA PARA CON NOSOTROS. DIOS LOS BENDIGA SIEMPRE. AMEN AMEN..
EL AMOR DE NUESTRO DIOS ES MUY DIFERENTE AL AMOR ROMANTICO, EN EL AMOR ROMANTICO SUFRIMOS Y NOS DESGASTAMOS, EN EL AMOR DE NUESTRO DIOS CRECEMOS Y NOS HACE BRILLAR EL SOLO SABER QUE EL REY DEL UNIVERSO NOS AMA COMO A LA NIÑA DE SUS OJOS, ES INCREIBLE LO IMPORTANTE QUE SOMOS Y NO NOS DAMOS CUENTA DEL VALOR QUE NUESTRO DIOS NOS DA QUE DIO A SU UNICO HIJO PARA SALVARNOS. MAS ALLA DE TODO PENSAMIENTO PUES NO PUEDE EL HOMBRE COMPRENDERLO NILOS MISMOS ANGELES DEL CIELO ES EL GRAN AMOR DE DIOS.