“Y las manos de Moises se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenian sus manos, el uno de un lado y el otro del otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol” Exodo 17:12.

Moisés estaba orando por el pueblo.  Levantando sus manos oraba y tan poderosa era la oración de Moíses que todos dependieron de él.  Las oraciones de Moisés golpearon fuertemente a los enemigos de Israel.  Pero Moisés no estuvo solo en ese proceso, porque llegó un momento en que sus manos se cansaron y Aaron y Hur se pusieron a su lado para sostenerle las manos.

Hoy no puedo estar solo en mi proceso de enfrentar al enemigo en oración. Necesito la compañía de otros.  Necesito un Aaron y un Hur que se identifiquen conmigo.  En ningún conflicto del alma debo estar solo, porque la fuerza, el fervor, la decisión , la devoción, la valentía y la vehemencia pueden venir a través de la companía que otro u otros que se identifiquen en mi proceso.

Hoy debo luchar con el pecado,  la  parte importante de la lucha debe hacerse sola en privada con Dios.  Pero, sin duda habrá un momento cuando necesitaré la ayuda de otros para que me sostengan las manos.

Moisés levantó su manos en oración solo, pero pronto se cansó , y entonces sus amigos lo ayudaron.   Cuando en cualquier tiempo las manos se nos cansan necesitaré a otros que me amen y oren por mi y junto a mi.  Si dos de vosotros se ponen de acuerdo por algo en la tierra lo que pidieren les será hecho.

Con la ayuda de  Aaron y Hur , Moises logró mantener las manos en alto hasta que se puso el sol.  Hoy quiero decirle al Señor que quiero levantar mis manos, tener un Aaron y un Hur para que ayuden a mantener mis manos en alto en oración hasta que el sol de mi vida se oculte.  Cuando sol de mi existencia se oculte entonces me enfrentaré a un nuevo sol.

El sol de justicia, un nuevo amanecer que me llevará a una eternidad infinita para alabarlo y exaltarlo a él con todo mi corazón y allí ya no necesitaré un Aaron ni un Hur.  Mientras tanto, hoy quiero mantener mis manos en alto hasta que el sol se oculte.

“ Señor, Gracias por tu amor y por la oportunidad que me concedes de poder llegar ante ti en oración para interceder por otros.  Como Moíses quiero levantar mis manos ante ti y clamar para que otros tengan la victoria.  En el proceso podré cansarme pero tú me proveerás un Aaron y un Hur quienes oraran conmigo y por mi.

Hoy quiero mantener mis manos ante tu presencia en alto y se que tu Espíritu me sostendrá y me ayudará. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
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