En La Tercera Parte hablamos de  La Oración Es Para Inconformes. En esta cuarta parte hablaremos de que la Oración es la certeza de lo que se espera.
Elías no estaba orando a ver si llovía, a ver si algo pasaba.
Elías estaba orando porque sabía que la oración que Dios le había mandado a hacer haría llover, llover y llover. “…y la séptima vez el criado le informó:…”.   1Reyes18:44
Sólo a la séptima vez tenía algo que decir: “Desde el mar viene subiendo una nube. Es tan pequeña como una mano”.  1 Reyes18:44
El criado sacó los “binoculares” y dijo: ¡Que fenómeno tan extraño, pero si en Israel no ha habido nubes desde hace tres años y medio! O sea, no es más que un vaporcito. Así, se empiezan a ver actitudes cariñosas de parte de la persona por la cual usted está orando. Igualmente, ve una gotita de provisión que empieza a entrar a su bolsillo.

Usted empieza a ver un cambio en el carácter de la persona por la que ha estado orando.
Una nubecita del tamaño de una mano. Para una persona sin fe, prácticamente, eso no es nada. Pero usted no debe pensar así. Elías tuvo suficiente con la información de su criado: “Es tan pequeña como una mano”. “Entonces Elías le ordenó: “Ve y dile a Acab: Engancha el carro y vete antes de que la lluvia te detenga””.  1Reyes 18:44
Una orden extraña, al parecer ridícula debida las circunstancias, pero es que hay una gran diferencia entre la persona que pasa tiempo en oración con Dios y conoce que lo que Dios dice se hace y las personas que no oran y se guían por lo que ven.
El criado fue donde el rey Acab y le da el mensaje, algo así como: “Mire, que Elías le manda a decir que enganche ese carro y salga corriendo porque el aguacero que viene no lo va a parar nadie y usted sabe que Elías es como medio loco porque esa gente que ora mucho es como loca”.

Elías sabía muy bien lo que Dios le había mandado a hacer y lo que había prometido hacer a través de su oración y fe.
Elías tenía la certeza de lo que esperaba porque sabía bien la fuente: Un Dios que cumple su palabra. Un Dios amplio y generoso, que da en abundancia.

Seguiremos  en la Quinta Parte de Este Tema hablando de la oración que desata el Poder de Dios..
Que Dios te siga llenando de su paz.

John Freedy y Ruth Betancurt.