Si decimos que no tenemos pecado en nuestra vida, “nos engañamos a nosotros mismos” y llamamos a Jesús mentiroso (1 Juan 1:8,10).
Esencialmente, confesar significa “estar totalmente de acuerdo con alguien.” Nosotros nos confesamos al Señor (nos ponemos de acuerdo con Él) de que Su camino es el correcto y que el nuestro está equivocado.
Entonces, ¿cómo nos arrepentimos? ¿Qué significa esto en términos prácticos? Cuando te das cuenta de que estás haciendo algo mal, en tu corazón, mente o acciones, llevas esto al Señor en confesión. Hay tres partes importantes de la confesión, no que tengan que seguirse como cierto tipo de fórmula, pero una confesión completa implica estar totalmente de acuerdo con el Señor en lo siguiente:
1. “Lo estoy haciendo” —nadie más es responsable por obligarme a hacerlo.
2. “Está mal” —no hay justificación que pueda hacer que esto esté bien.
3. “No quiero seguir haciéndolo” —quiero cambiar la manera en que he estado viviendo.
Jesús dejó bien claro que no vino a felicitar a las personas que habían logrado guardarse de perderse en el pecado, sino que Él vino al mundo a “llamar…a los pecadores al arrepentimiento”. Por supuesto, se espera que evitemos pecar, sin embargo cuando pecamos, Jesús está ahí para nosotros como nuestro “Abogado”.
Cuando “confesamos nuestros pecados,” Su fidelidad lo impulsa a perdonarnos para separarnos del poder que esos pecados tienen para manipularnos, y para liberarnos del castigo justo que esos pecados merecen. Su fidelidad neutraliza nuestra infidelidad, y Su justicia lava nuestra injusticia. El perdón y la limpieza que Él hace en nuestra vida quedan completos con cada confesión, exactamente de la misma forma como quedaron completos la primera vez que confesamos a Jesús como Señor.
No queda ni un residuo para que lo restreguemos por nuestra cuenta. Recordar esto es crucial cuando se trata de los momentos frecuentes de los cuales debemos arrepentirnos en nuestra vida diaria. Cada una de las tantas veces que cometemos un pecado particular, como fantasear o tener pensamientos lujuriosos, el Señor quiere que los confesemos para que Él pueda restaurarnos y regresarnos al camino correcto. Pero no tenemos que arrepentirnos numerosas veces por cada vez que pecamos.
Hoy quiero entender en mi espíritu el genuino valor de la confesión como un regalo de Dios para mi restauración.
Señor, Ante tí vengo humillado para confesar las veces que te he dado la espalda y me he creído suficiente cuando en realidad sin tí no puedo vivir. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
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HASTA CUANTAS VECES DEBO PERDONAR LOS PECADOS, PREGUNTO PEDRO, SIETE VECES? HASTA SETENTA VECES SIETE, CONTESTO JESUS, QUE QUIERE DECIR SIEMPRE, CONFESAR LOS PECADOS A UN SACERDOTE, ES SINONIMO DE HUMILDAD, CUANDO REINCIDES EN UN PECADO, CUESTA MUCHO TRABAJO CONFESARLO ANTE UN SACERDOTE. PERO NO SE IMAGINAN EL CUMULO DE GRACIA QUE DIOS DERRAMA, REPITO, POR ESE ACTO DE HUMILDAD. QUE DIOS LOS BENDIGA.
Como buenos seguidores de la palabra del >Señor, debemos hacer lo que Êl nos ha ordenado: “confièsense unos a otros sus pecados o faltas..” Asì mismo Êl dejò instituida la confesiòn en sus discìpulos”:::A quienes ustedes les perdonen sus pecados, le seràn perdonados allà en la glorìa…y a quienes se los retengan les seràn retenidos..” Ese es el gran valor que tiene el sacramento de la confesiòn para el verdadero y autèntico seguidor de la Palabra de Dios sin ningùn sectarismo…// ¡Gracias Señor Jesùs, por esa gran bendiciòn!
Somos muchos los que vivimos como si no hubiesemos pecado, y decimos ; no tengo que confesarme, porque yo no le he hecho nada a nadie. Se nos olvida que con tan solo pensar en algo que no le agrade a Dios, ya hemos pecado. Dichosos los que pueden confesarse(y no lo hacen, no lo confiesan todo), ya que reciben el perdon de los mismos.Habemos MUCHOS que quisieramos hacerlo y podemos por ser imposibilitados de los sacramentos(divorciados vueltos a casar). Deseamos hacerlo y NO podemos. TODO aquel que pueda, HAGALO no pierda esa oportunidad tan bella, pero hagalo de corazon, no para ser vistos por otros y digan “ese si es un buen cristiano” pero NO SOMOS ejemplo de un CRISTO vivo en nuestra vida. “LA PALABRA ATRAE, PERO EL EJEMPLO ARRASTRA”, seamos el mejor ejemplo de que CRISTO vive en nuestro corazon. Dios los bendiga y La Santisima Virgen Maria les acompanen siempre.
Esta reflexion me hace recordar mi primera confesion al sacerdote en mi primera comunion. Con un corazon limpio e inocente le decia a mi senor q NUNCA me apartaria de su lado. Sin tener idea como la vida me llevaria a darle la Espalda y faltarle. Llorar triste y amargamente mis faltas. Pero con la plena conviccuon y FE. Q Dios en su infinita sabiduria nos dio a su hijo porq. Sabia q humanamente le faltariamos y por su SANGRE vertida en esa Cruz NOS COMPRO y nos perdono para VIVIR Y MORIR para el UNICO q vive y REINA EN LOS CIELOS. Gracias padre por ser tu hija AMARME y sentirte en mi corazon todos los dias.
“El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y se aparta alcanza misericordia” .
Dios
, mi Padre, me enseñó que no hay prosperidad sin santidad y no hay santidad sin prosperidad.
El ser humano común aborrece la santidad, le parece locura y detesta ser confrontado directamente con el tema de sus pecados; aunque sí está siempre listo a juzgar a los demás por sus debilidades y pecados.
Uno de los privilegios de ser hijo de Luz, es poder ser limpio con la sangre de Jesús, por medio de la confesión del pecado, y no hay temor, ni vergüenza al testificar luego de la gran misericordia con que Dios nos está tratando.
La Palabra del Señor dice: El Amor edifica, cuando testificamos, puede ser en el grupo de oración, o para una sola persona que necesita oir nuestro testimonio, estamos dando amor.¿ Cuántas personas hay que se sienten perdidas en la oscuridad de sus miserables vivencias’? , si nosotros testificamos las grandes cosas que Dios hace en nuestras vidas, estaremos abriendo para ellas una puerta por donde ellas puedan también entrar. Esa puerta es JESUS y un día se abrió también para mi con grande gracia y misericordia. Oremos que el Señor nos use y nos dé muchas oportunidades de testificar de su Amor que perdona, limpia y santifica.
Tuve oportunidad de escuchar hace algunos años a una persona de una congregación religiosa decir indignada: ” Dicen que nosotros los evangélicos hemos sido todos muy pecadores”
¿Es que todavía no hemos comprendido que lo vil, lo menospreciado y lo que no es escogió Dios?
Jesús dijo “Yo no he venido por los justos (los que se creen justos, porque no hay justos, ni aun uno) sino por los pecadores.”
¡ Y EL VINO POR MI, y cómo le necesitaba!
Te doy mil gracias amantísimo Padre celestial y te bendigo por haber dado a Tu Hijo Jesús por mi y por haber hecho provisión en la cruz para que mis ropas sean constantemente emblanquecidas en la sangre del Cordero. Te amo.
Gracias por cada ministerio cristiano y gracias por tu respaldo .
Dios les bendiga ricamente, amado pueblo de Dios. Ps. Gozo.