“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio” Fil 1.12.

 

Que corazón el de Pablo, quién estando en situación difícil, en una cárcel, solo y con una perspectiva oscura delante de él, pudo hacer un recuento y con mano firme escribir a los libres para decirles: Yo quiero que ustedes no se desanimen ni se angustien y sepan que las cosas que me han sucedido hasta ahora han redundado para el progreso del evangelio.

Hoy… quiero tener esa oportunidad de ver las cosas que me sucederán como una gran oportunidad de ver el progreso del evangelio. El evangelio es buena noticia de Dios para el hombre y las cosas que me sucederán en este día, sin duda tendrán una oportunidad para compartir ese mensaje con el necesitado. Cuando entiendo esta verdad, entonces ya no estaré preocupado por lo que me ha de pasar, más al contrario veré oportunidades que son preciosas para mí y para otros.

Pablo además de hablar de oportunidades que se presentaron para el progreso del evangelio él dice: “ Y la mayoría de los hermanos cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Cobraron ánimo, Sí, nuestra actitud a las circunstancias serán motivo de ánimo o de desánimo para los que nos rodean . Lo que más animará a muchos es nuestra actitud frente a lo que pueda sucedernos.

Hoy quiero levantar mi frente para decir… Nada podrá dañarme y dejarme sin esperanza… al contrario cada circunstancia podrá ser motivo que redunde para el progreso del evangelio y que dará animo a los que me rodean y ellos hablarán la palabra sin temor.

Pablo habló a los libres con tal seguridad, creo que esa seguridad vino de su potencial interno. Su potencial espiritual era aun más grande que las exigencias de la vida. Si mi potencial espiritual hoy, es más grande que las exigencias y demandas de la vida, entonces podré ver en cada situación una oportunidad que redundará para el progreso del evangelio.

Si mi potencial espiritual interno es más pequeño que las demandas de la vida entonces no veré el panorama tan claro y estimulante. Se que mi potencial espiritual no depende de lo que pienso, sino de mi relación con el creador desde las primeras del día.

Señor, Gracias por las oportunidades de hoy. Quizás no todas serán como las espero, pero son oportunidades. Quiero hoy llenar mi espíritu del potencial espiritual que viene de tu Espíritu, para así llenar mi vida de la capacidad espiritual que me hará ver las situaciones de hoy como oportunidades que redundan para el progreso del evangelio.

Oh, Señor, si mi corazón se llena de ti, además de ver las oportunidades para el progreso del evangelio, también veré como los que están a mi alrededor cobran ánimo para servirte con ahínco y esplendor. Hoy quiero, ver ese progreso del evangelio en mi manera de enfrentar las situaciones de este día. En tu nombre.. Amén

Serafín Contreras Galeano

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